La librería Amábar cierra su capítulo en la calle San Pablo

Estuches, libros, mochilas, bolígrafos, rotuladores, cartulinas... Siempre había algún artículo nuevo en la librería Amábar. En verano, cuadernos de vacaciones; en septiembre, libros de texto y, durante el resto del año, una vasta colección de novelas, diccionarios y mucho material escolar esperando a ser leído, dibujado, pintado y utilizado por todas las generaciones de burgaleses.

Ahora, más de 50 años desde sus inicios, la librería de la calle San Pablo, 6 ha echado el cierre. Durante esta semana se han recogido todos los libros, novelas, pinturas, mochilas y demás enseres y se han empaquetado en cajas. Después, se han cubierto las ventanas con papel y solo se han añadido unos escuetos carteles en los cristales en los que se lee «Cerrado».

Ningún aviso en sus redes sociales, tampoco en su página web. Al buscar el establecimiento en Google, aparecen sus fotos y reseñas que ha ido ganando con el tiempo y el paso de tantos y tantos clientes. Sin embargo, solo se acompañan de un «Cerrado permanentemente».

Adiós, por tanto, a una de las librerías más famosas de Burgos. Miles de niños burgaleses han comprado allí sus libros de texto, otros tantos universitarios han imprimido sus apuntes, y muchas personas de todas las edades y lugares habrán dejado volar su imaginación al bajar las escaleras de la librería Amábar, sumergiéndose en su mar de libros, cuadernos, rotuladores de miles de colores, cartulinas y demás objetos de papelería.

Sin embargo, que esta librería de la calle San Pablo haya cerrado no significa que Amábar, como compañía, lo haya hecho también. Ahora sigue quedando la pequeña imprenta de la avenida del Arlanzón y también la imprenta matriz, situada en el polígono industrial de Villalonquéjar.

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