«La marihuana es la puerta de entrada a todo lo demás», afirma un excomisario de estupefacientes de Baleares

Algunas veces disponer de mucha información no significa estar informado. Y conocer a fondo el problema de la drogadicción es una de las claves para prevenirla. Así lo manifiesta Tomás Gómez, comisario jubilado de la Policía Nacional que ha pasado más de 20 años al frente del Grupo Especial de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de las Islas Baleares. Gómez acumula una gran experiencia a sus espaldas y la ha recopilado en el libro 'Utopía de las drogras, un regalo envenenado'. Además imparte charlas, coloquios y conferencias dirigidas a alumnos, padres y formadores, como la que ofrecerá hoy en Burgos inaugurando el ciclo de conferencias 'Herramientas para educar' que organiza el Instituto Municipal de Cultura y Turismo y la asociación Casco Histórico Alto.

Si hay algo que destaca el excomisario como fundamental para la prevención de la drogacción es «el diálogo entre padres e hijos». Gómez asegura que, actualmente, «los chavales saben mucho y sus padres saben muy poco» y añade: «Noto la falta de comunicación en las familias y eso es un problema».

Su conferencia de hoy pondrá de relieve estas cuestiones, «hay que llamar la atención sobre los adultos para que sepan qué ocurre y para que puedan abordar el tema en casa con sus hijos«.

Uno de los mayores peligros se encuentra en la relativización de los riesgos que conlleva el consumo de marihuana entre los adolescentes. Para Gómez se trata de una mal denominada «droga blanda» y constituye «la puerta de entrada» o «la iniciación» en el consumo de otras sustancias aún más fuertes y más perniciosas. «Los porros están causando verdaderos estragos entre los chavales jóvenes y los padres y educadores deben saber detectar los síntomas», afirma el excomisario.

Para Gómez es «alarmante» que los adolescentes estén tomando el camino iniciático hacia los estupefacientes «desde los 12 o 13 años». Considera que esto solo puede frenarse mediante la comunicación en el núcleo familiar, algo que debe «cultivarse» desde la infancia con los hijos y prolongarse en la adolescencia y la juventud.

En su opinión, una vez detectado el problema es más eficaz «hablar con el niño y tener paciencia» que «tomar medidas drásticas de castigo». En caso de que se trate de una situación demasiado compleja para resolverlo en familia, «es muy importante buscar la ayuda de un profesional«. En cualquier caso, «no hay que dejarlo pasar mucho tiempo», concluye.

De todo esto hablará Gómez en el Teatro Principal esta tarde a las 19.00 horas para padres, educadores, universitarios y todas aquellas personas interesadas en aprender herramientas para afrontar este problema.