«El público te agradece que sigas dedicándote a esto»

Payasos de narices rojas y zapatones grandes. Trapecistas y equilibristas que desafían las leyes de la gravedad. Forzudos que levantan pesos inimaginables para los mortales y lanza cuchillos que se vendan las ojos antes de lanzar las afiladas herramientas hacia el cuerpo de su compañero. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ser espectador de alguno de estos números bajo una carpa colorida mientras suena la música y los niños aplauden?

El circo siempre ha tenido un componente mágico, embaucador, que transporta a todo aquel que acudía a su espectáculo hasta los recuerdos más infantiles. A los suyos propios y a los heredados. Porque muchas generaciones ya no disfrutaron de los 'Payasos de la Tele', pero todos sabemos qué hay que responder ante un «¡¿Cómo están ustedes?!».

El circo ha evolucionado como lo han hecho todas las cosas que le rodean. Se ha adaptado a unos tiempos difíciles que se han complicado todavía más con la llegada de la covid-19. Pero eso no es impedimento para que este fin de semana se celebre el Día Mundial del Circo.

Y para hablar de circo en Burgos es necesario hacerlo también de Tiritirantes. La Compañía de Circo y Teatro que nació en el 2004 con la unión artística de Jacinto Cienfuegos y Oscar Ortiz y a la que llegó en 2007 Marta Luna. Todos ellos con formación en escuelas de circo, teatro y magia y que desde entonces hacen disfrutar a grandes y pequeños.

Porque el circo ha evolucionado y ya no necesitan una carpa y una pista para poder actuar, sus espectáculos se representan en diferentes formatos (estáticos e itinerantes), pero teniendo siempre al circo como eje principal. Se han atrevido, incluso, a meter el circo dentro de un teatro, creando así los espectáculos de sala.

Y de esta forma van a celebrar ellos el Día Mundial del Circo, ensayando, porque el próximo viernes 23 de abril estrenan en el Teatro Principal de Burgos su nuevo espectáculo 'Érase una vez...'. «El sábado hemos trabajado, así que encantados, y estamos todo el día metidos en la sala de ensayos preparando el estreno. Vamos a celebrar el Día Mundial del Circo haciendo circo, que es lo que más nos gusta», cuenta Óscar Ortiz.

Porque el circo es «toda una vida» para Óscar. «Es nuestra pasión. Tiene algo que impresiona mucho a la gente. Tiene muchas horas de ensayo y siempre ha tenido algo de riesgo, de más difícil todavía y que te da la oportunidad de superarte, siempre puedes hacerlo más difícil», manifiesta.

Pero, ¿y es el circo solo para los niños? «No, creo que cada vez se tiene menos esa percepción, es algo que nos lo pregunta mucha gente. Yo creo que antes, el circo clásico, con los payasos clásicos, sí estaba más destinado al público infantil, pero ahora el circo, además de tener un montón de disciplinas, se fusiona con otras artes, como el teatro, el clown, la magia y la danza y hay espectáculos para niños, para adultos y los que trabajamos nosotros que son los familiares».

Desde marzo de 2020 la situación es complicada también para los que dedican su vida al circo. En Tiritirantes no son la excepción. «Está siendo difícil, no solo el circo, las artes escénicas. Hay menos actuaciones y menos trabajo y vivimos en una incertidumbre continua. Hay bolos que se cierran, pero no sabes casi hasta el mismo día si se va a permitir la actuación o si te lo van a suspender. Está siendo complicado», explica.

Los protocolos complican las cosas, que además son distintos en cada comunidad, pero ellos se «adaptan» a estas novedades. Sin embargo, llevan muy mal «no tener contacto con el público». «Ahora podemos trabajar y estamos encantados, pero hay espectáculos, sobre todo en la calle, que tiene mucho contacto con el público y que ahora no se puede. Hay montajes que no podemos hacer y otros que hemos tenido que adaptar», cuenta Ortiz.

El futuro quieren verlo de manera «positiva». «Espero que poco a poco vaya a mejor la situación y que nuestro trabajo se pueda programar», desea Óscar, aunque sabe que quizás las «fiestas no podrán ser como antes». «La gente tiene ganas de volver a hacer cosas, ahora el público es todavía más receptivo que antes, acabas y te agradecen que sigas dedicándote a esto y eso es algo positivo», asegura.

Y el futuro del circo también quieren verlo en positivo: «El circo lleva muchos años y estos seguro que va a seguir. Seguirá evolucionando, la gente no solo es trapecista o malabarista, la mayoría han estudiado danza o teatro y seguirá evolucionando. A mejor, seguro».