Los Reyes Magos mantienen viva la ilusión

Estas están siendo unas Navidades «raras, raras, raras», pero la covid no podrá nunca doblegar la ilusión de un niño. Eso bien lo saben los padres, los abuelos y los profesores. Y los Reyes Magos, claro, protagonistas de excepción de la noche más mágica del año, que a pesar de no haberse podido montar en sus carrozas para repartir felicidad por las calles de Burgos, no han querido faltar a la cita con los niños.

Repartidos en tres pabellones de la ciudad -que por algo son magos- sus Majestades han compartido durante toda la jornada sonrisas y bailes con cientos de niños. Y lo han hecho, por cierto, manteniendo todas las medidas de seguridad e higiene recomendadas en estas extrañas circunstancias. Distancia de seguridad, aforos reducidos, uso obligatorio de mascarillas, gel hidroalcohólico en la entrada al pabellón y puertas abiertas para facilitar la ventilación. Es Navidad, sí, pero la emergencia sanitaria sigue tan activa como en las últimas semanas, si no más.

Así de hecho se lo han recordado los propios Reyes a los niños, a quienes han exhortado a todos los presentes a mantener la ilusión, que es el «combustible que ilumina» la estrella que les guiará esta noche a cada uno de los hogares, y a seguir en guardia. Los abrazos, este año, tendrán que ser en muchos casos a distancia.

Este año no ha podido haber carrozas, ni caramelos al vuelo, ni pajes saludando a la multitud por la calle Vitoria, ni discurso real en el balcón del Teatro Principal. Pero no por eso, sus Majestades se olvidan de su deber. Esta noche, visitarán todos los hogares para dejar regalos a los niños que se hayan portado bien. Y puede que incluso haya regalos para los niños -y adultos- que no lo hayan hecho.

Eso sí, recuerden dejar unas «pastitas» para los Reyes y un poco de agua para los camellos. Lo agradecerán.