Transportes licita por 10,3 millones la conservación de 138 kilómetros de carreteras en Burgos durante tres años
Incluye actuaciones de vigilancia y atención de accidentes, vialidad invernal y control de túneles
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha licitado por 10,3 millones de euros (IVA incluido) un contrato para la conservación y explotación de carreteras del Estado en la provincia de Burgos. La duración del contrato es de tres años, con posibilidad de prórroga de dos más y otra adicional por un máximo de nueve meses. El anuncio se publicará próximamente en el Boletín Oficial del Estado, según informan fuentes de este departamento.
El contrato incluye requisitos para promover la eficiencia energética y la reducción de emisiones y se enmarca en el programa de este Ministerio para mantener las condiciones de circulación, vialidad y seguridad en la Red de Carreteras del Estado (RCE), asegurando que sea accesible en las condiciones adecuadas a todos los ciudadanos. También, recoge actuaciones como la vigilancia y atención de accidentes, la vialidad invernal, el servicio de control de túneles y comunicaciones o el mantenimiento de instalaciones.
Los trabajos se destinan al mantenimiento y conservación de 138,189 kilómetros de carreteras del sector número cuatro de Burgos, que incluye la N-232, entre Cubo de Bureba y Soncillo, la N-629, entre Trespaderne y el límite con Cantabria, y varios tramos de la N-232A y la N-629A. También forman parte la rehabilitación superficial del firme en la N-232 desde el kilómetro 66 al 569,7 (intersección con la N-623), en el municipio de Valle de Valdebezana.
El Ministerio sigue trabajando por la mejora de las carreteras estatales en la provincia de Burgos y, en este sentido, recientemente ha licitado por 6,8 millones de euros las obras de mejora de la carretera N-234 en la variante de Salas de los Infantes; y también se ha adjudicado por otros 2,8 millones el proyecto para construir el nuevo tramo de la autovía A-12 entre Villamayor del Río y Villafranca Montes de Oca.
Reducción de emisiones
Dentro de la estrategia de reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética, los pliegos de licitación de los contratos de conservación y explotación de la RCE incluyen objetivos de mitigación y compensación de la huella de carbono, lo que implica que las empresas deberán incluir en sus ofertas el cálculo de la huella de carbono que generarán durante la ejecución del contrato en cada tramo de la carretera.
Ya en 2022 se incorporaron medidas de eficiencia energética en las instalaciones de servicio tales como el autoconsumo, sistemas renovables de calefacción, medidas de ahorro energético en la iluminación o la implantación de vehículos automóviles eléctricos. Además, desde 2023, se incluye como criterio de valoración su compromiso a presentar, durante los seis primeros meses del contrato, un plan de descarbonización con el propósito de alcanzar del balance neutro de carbono a los cinco años desde el inicio del contrato.
De este modo, la empresa adjudicataria se compromete a presentar dicho plan, en el que, la compensación se podrá realizar a través de los proyectos de absorción registrados en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico o bien, mediante otras opciones.
Con ello, se persigue la reducción de 71.640 toneladas de CO2 anuales que, según los cálculos realizados por la Dirección General de Carreteras, genera el funcionamiento ordinario y las labores de mantenimiento y explotación de la Red de Carreteras del Estado y se refuerza la orientación hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que está comprometido este Ministerio: nueve (promoción de infraestructuras fiables, sostenibles y de calidad); once (acceso a sistemas de transporte seguros, accesibles y sostenibles); ocho (contribución al crecimiento económico y el empleo) y siete (eficiencia energética).
Características
El modelo de contratos mixtos (servicios y obra) para la ejecución de operaciones de conservación y explotación persigue ofrecer un servicio integral de movilidad al usuario, mejorar el estado de la carretera y red, y optimizar los recursos públicos.
A través de ellos se realizan trabajos de ayuda a la vialidad y conservación ordinaria de las carreteras, para permitir que la infraestructura y sus elementos funcionales dispongan de las mejores condiciones de circulación y seguridad posibles. En este sentido, se incluyen actuaciones como: agenda de información de estado y programación, ayuda a explotación y estudios de seguridad vial, y mantenimiento de los elementos de la carretera con adecuados niveles de calidad.