Calero: «El equipo tiene personalidad, pero falta profundidad y desborde»

El preparador del Burgos CF, Julián Calero, resaltó, pese a la derrota, la «buena hora realizada, tratando de tú a tú a Osasuna». «Estuvimos muy ordenados, fuimos solidarios, trabajamos muy bien defensivamente y ofensivamente controlamos algunas fases, teniendo algunas llegadas», explicó, contextualizando el resultado por la entidad y la calidad del oponente y por el lastre ya sabido de la corta plantilla: «Ellos en la segunda parte han sacado otro once y nosotros hemos podido hacer hasta cinco. Después ya eran jugadores del 'b' y las distancias se han ido notando más, no porque no tengan capacidad sino por la diferencia que hay». En la línea de progresión, el entrenador madrileño se mostró contento por la «personalidad».

Sobre las fases de desconexión en ataque, el entrenador del cuadro burgalés apuntó a las carencias propias y a las virtudes ajenas: «Los rivales con los que estamos jugando son de mucho nivel y por eso nos está costando hacer ocasiones. Tenemos que seguir trabajando mucho. Somos un equipo que trabaja determinadas situaciones de duelos, de buscar profundidad y hoy no teníamos a Saúl, que arrastraba un golpe en el pie izquierdo de los entrenamientos». Pese a no preocuparle, comentó que al equipo todavía le falta «velocidad y desborde», que «hay que entrenarla» y que «debe llegar».

Le restó importancia el entrenador madrileño a los despistes defensivos, en un contexto de acumulación de esfuerzos por el momento de la pretemporada y por las amplias fases en repliegue: «Estos errores en estas categorías te castigan mucho más. Pero el orden y la firmeza que hemos demostrado debemos darle continuidad. Debemos de conceder poco y sabemos que si lo hacemos vamos a tener muchas opciones en los partidos».

Julián Calero reconoció ya tener «una idea de equipo, aunque los sistemas se adaptarán a los jugadores». «Necesitamos velocidad, desborde y remate», confesó, con la pretensión de armar un bloque con identidad y versátil. «Siempre he sido un entrenador que ha adaptado los sistemas a la capacidad de los jugadores que he tenido. Me preocupa el modelo de cómo nos comportamos con y sin balón y todavía no es fijo que vayamos a jugar de esta manera. No me agarro a un sistema único, el equipo debe dominar dos o tres sistemas para poder enriquecernos y adaptarnos a los diferentes problemas que nos planteen», finalizó después de caer en Tajonar, escenario en el que el Burgos CF había jugado su último partido fuera de casa antes de que estallase la pandemia.

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