Más de 58.000 usuarios utilizan el servicio gratuito de teleasistencia de la Junta
El presupuesto del último contrato adjudicado para gestionar este servicio, firmado en 2023, asciende a 40 millones de euros a ejecutar en tres años
El número de usuarios del servicio gratuito de teleasistencia de la Junta de Castilla y León supera los 58.000, muy por encima de los 50.000 que se fijaron como objetivo para finales de 2025. El actual contrato cuenta con presupuesto de 39.864.428 euros a ejecutar en tres años y prorrogable hasta los cinco.
La vicepresidenta del Gobierno autonómico y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha visitado este martes, 3 de junio, en Valladolid la sala de operaciones del servicio de teleasistencia, desde donde 169 teleoperadores atienden de manera directa a los mayores y dependientes y 128 técnicos coordinadores determinan cómo actuar ante una emergencia. Allí, la número dos del Ejecutivo castellano y leonés ha felicitado a los profesionales por su labor: primero, porque casi el 100 % de los usuarios se declaran satisfechos o muy satisfechos con el servicio, así lo refleja la última encuesta realizada al finalizar 2024; y, segundo, porque todos ellos trabajaron sin descanso el día del gran apagón del 28 de abril. Gracias a los sistemas ininterrumpidos de alimentación eléctrica y generación autónoma, pudieron continuar prestando el servicio.
La teleasistencia
El objetivo de la teleasistencia consiste en que las personas mayores y en situación de dependencia puedan continuar viviendo en su propio hogar. Para ello, este servicio gratuito acompaña y atiende de forma personalizada, ya que cada usuario cuenta con un profesional de referencia que conoce todas sus necesidades. De este modo, se hace frente a emergencias circunstanciales como caídas, indisposiciones sanitarias y otros accidentes domésticos, pero también a situaciones más prolongadas, como las relacionadas con la soledad no deseada o el estado de salud de la persona. En función de todas estas características, el usuario recibirá teleasistencia básica o avanzada.
El sistema de comunicaciones consiste en un terminal, el cual se instala en los domicilios y que, con solo pulsar un botón, pone en contacto a la persona con el centro de atención telefónica, que funciona las 24 horas de los 365 días del año. Los teleoperadores responden y los técnicos coordinadores deciden cómo actuar. No obstante, en función de las circunstancias personales, el servicio cuenta con una versión más avanzada basada en comunicaciones automáticas a través de dispositivos móviles, sensores y distintos detectores, humo, gas, monóxido de carbono, fugas de agua, caídas, inactividad o presencia, etc.
Todo ello se complementa con visitas o llamadas telefónicas del teleoperador de referencia. De este modo, se crea un vínculo de confianza que revierte en una atención más personalizada y, además, palía un posible caso de soledad no deseada. De este modo, además de servicios puramente físicos y técnicos como la actuación rápida ante emergencias o la gestión de las citas médicas, la teleasistencia va mucho más allá, ya que establece una relación más íntima que permite a los profesionales detectar situaciones complejas de aislamiento, duelo, maltrato, riesgo de suicidio, sobrecarga del cuidador, etc., para así poder orientar en estos contextos a los usuarios y a sus familiares.
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