Mejora la dotación de enfermeras en Castilla y León, pero faltan 1.683 para lograr medias UE
El Consejo de Colegios de Enfermería advierte de que el déficit respecto a Europa y la inminente jubilación de miles de profesionales suponen un «riesgo real» para la estabilidad del sistema sanitario
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León estima que Castilla y León necesita al menos 1.683 enfermeros más para alcanzar los 8,19 por 1.000 habitantes que marcan los estándares europeos.
Una situación que se produce a pesar de que «ha conseguido mejorar sus cifras de dotación de profesionales de enfermería y se mantiene como una de las comunidades autónomas con mayor ratio de enfermeras por habitante», informa Ical.
En concreto, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística a 31 de diciembre de 2024, la comunidad cuenta con 17.958 profesionales de enfermería colegiados no jubilados, lo que se traduce en una ratio de 7,49 enfermeras por cada 1.000 habitantes, frente a la media nacional de 6,36. Eso se produce en Castilla y León con un horizonte marcado por las jubilaciones que se avecinan.
Por provincias, el mayor ratio lo disfruta Soria (780 enfermeras), 8,65 por cada 1.000 habitantes, seguida por Salamanca (2.733), 8,33; León (3.409), 7,63; Valladolid (4.011), 7,59; Zamora (1.218), 7,36); Palencia (1.162), 7,34; Burgos (2.585), 7,14; Ávila (1.126), 7,01; y Segovia (934), 5,91.
Sin embargo, el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León advierte de que el déficit estructural respecto a Europa y la inminente jubilación de miles de profesionales suponen un «riesgo real» para la estabilidad del sistema sanitario en los próximos años.
«Castilla y León ha hecho un esfuerzo por mantener una buena cobertura enfermera, pero no podemos caer en la autocomplacencia. La realidad es que para igualar la media europea nos faltarían hoy 1.683 profesionales, y además tenemos a más de 3.600 en edad cercana a la jubilación», precisó el presidente del Consejo, Enrique Ruiz Forner.
«Hay que fomentar la especialización en áreas clave, como la atención al envejecimiento o a pacientes crónicos»
Enrique Ruiz Forner
Presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León
Castilla y León se sitúa por encima de la media española, pero aún «está lejos» de los 8,19 enfermeros por 1.000 habitantes que marcan los estándares europeos. «No podemos ignorar el impacto que va a tener la salida por su jubilación de más de 3.600 enfermeros en la próxima década. Es urgente reforzar la formación y aumentar las plazas públicas en nuestras universidades. Además, debemos fomentar la especialización en áreas clave como la atención al envejecimiento o a pacientes crónicos», manifestó Ruiz Forner.
A este escenario se suma, indicaron desde la organización, la «dificultad recurrente» para cubrir vacantes durante los meses de verano, cuando muchas profesionales disfrutan de su descanso y no hay suficientes sustituciones disponibles.
Un respaldo «más firme»
«En estas circunstancias, resulta cada vez más difícil garantizar la continuidad asistencial durante el verano. Faltan efectivos, y faltan incentivos para atraer y retener talento. Si partimos de un déficit estructural y sabemos que se avecinan jubilaciones masivas, no podemos seguir improvisando con soluciones temporales», afirmó el presidente del Consejo.
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León insistió en la necesidad de una planificación estratégica a medio y largo plazo, que combine un aumento de las plazas públicas en universidades, un impulso a la formación especializada vía EIR, estabilidad laboral y retributiva para retener talento joven y, por último, un refuerzo de los dispositivos de sustitución estival y rural. «Nuestra región ha demostrado compromiso, pero necesita un respaldo más firme del conjunto del sistema. Sin enfermeros no hay salud, y sin salud no hay futuro», añadió Enrique Ruiz Forner.
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