Sareb pide cuatro años para un directivo de Bankia por apropiarse de 563.000 euros durante unas obras

La promoción objeto de esta querella, que ayer comenzó a juzgarse en la Audiencia de Valladolid, tuvo como escenario la Ciudad de la Juventud, en Fuensaldaña, una cooperativa residencial que con importes más bajos trataba de competir durante el 'boom' inmobiliario en 2004 con los precios de la capital.

El acusado, Carlos Esteban C. L., un joven licenciado esos años, estuvo trabajando para Caja Segovia hasta 2011 y luego para Bankia hasta octubre de 2013. En plena crisis, Bankia traspasó la gestión de la Ciudad de la Juventud a Promotoria Plataforma (hoy Haya Real Estate) de la que el propio Carlos era apoderado. Precisamente, a él mismo se encargó la cartera de los créditos de Fuensaldaña y su recuperación, pero sin actuar «con deslealtad o autofavoreciéndose», según un directivo de Sareb.

Caja Segovia había concedido en su día 36,8 millones de euros a la cooperativa para construir los 232 chalés pareados en el Plan Parcial Los Viñales de Fuensaldaña, que por diversos avatares administrativos no se concluyeron hasta julio de 2011.

Pero el arquitecto municipal de Fuensaldaña no otorgó la licencia de primera ocupación al determinar que la huella de pisada de las escaleras interiores no cumplía con la normativa, lo que acarreaba riesgos para los habitantes de las casas. Sareb optó entonces por bloquear la parte del crédito que restaba (1.163.639 euros), motivando que la cooperativa entrase en concurso.

Paralelamente, los cooperativistas denunciaron en el Juzgado de Primera Instancia 12 al director facultativo de la obra, el arquitecto F. B., a cuya aseguradora letona BTA exigían que pagase la reforma de las escaleras defectuosas para poder lograr el permiso municipal.

La mediación de las partes en el Juzgado Contencioso-administrativo 2, y la intervención del administrador concursal, nombrado por el Juzgado de lo Mercantil 1 de Valladolid, permitieron un acuerdo a cambio de que se llevase a cabo la reforma en los 232 chalés siguiendo el criterio del arquitecto de Fuensaldaña. A cambio, la aseguradora debía de pagar 100.000 euros a la sociedad estatal para que no siguiese adelante con la reclamación de responsabilidad.

Sareb autorizó en octubre de 2013 el pago del crédito de 1,1 millones, con la condición de que ese dinero se destinase «única y exclusivamente» a las obras de remodelación y se presentasen al menos tres presupuestos. El acusado dijo que fueron 9.

Y aquí es donde entra este exempleado de Bankia, Carlos Esteban C. al que Sareb acusa de amañar el procedimiento aprovechando su posición de apoderado en la mercantil inmobiliaria Haya Real Estate, pero a la vez también en Sareb, por sus vínculos a través de Bankia.

Pese a que el procesado negó ayer estos extremos, afirmando que «siempre actué de acuerdo con el administrador concursal y el Juzgado de lo Mercantil, a los que daba cuenta durante el concurso», tanto la Fiscalía como la acusación particular sostuvieron en el juicio que manipuló la selección de la adjudicataria con «el ánimo de enriquecerse».

Aunque inicialmente los gestores de la cooperativa y el administrador se descantaban por la oferta de Constructores Reunidos Valladolid (CRV), el directivo de Bankia optó amparándose en su situación dentro de la Sareb para que se otorgase a Desarrollos Inmobiliarios de Construcción y Restauración (DICR), sociedad creada en Alicante, aunque operaba en Segovia.

En ella tenía el 99%. El 1% restante estaba en poder de una amiga F. M. M. que ayer dijo a los jueces que firmó por la confianza que tenía en Carlos. «Si me hubiera dicho de montar una granja, lo hubiera hecho», apostilló sin pensar que se iba a sentar también en el banquillo como responsable civil por tan solo 30 euros de capital (1%).

Levantó sospechas el hecho que el DICR, creada días antes de la oferta, sin empleados ni experiencia en el sector, y compartiendo domicilio con la constructora CRV, presentase un presupuesto de 1.163.631, coincidiendo «al céntimo» con el crédito que tenía Sareb de la cooperativa. Paradójicamente, según la fiscal, una vez obtenida la reforma Desarrollos subcontrató la ejecución con CRV por 600.000 euros. La diferencia (563.631) es lo que ahora el 'banco malo' le reclama.

El responsable jurídico de Sareb, José Antonio García Agudo, fue categórico ante los jueces de la Audiencia durante más de una hora.

«Carlos fue desleal. Él era el que siempre gestionaba. Tenía dos manos, con la que pagaba y la otra con la que cobraba. Gestionamos unos 58.000 millones en préstamos en toda España. Nunca Sareb da un obra para luego subcontratarla a un tercero como se hizo aquí. Nunca se permite a apoderados de la sociedad, o que trabajen en ella, que sean administradores en otras empresas que trabajen con nosotros. En este caso saltaron las alarmas y por ello lo comunicamos a la Fiscalía General del Estado».

El responsable del departamento jurídico desplazado desde Madrid, insistió que en Sareb tratamos de actuar con la máxima transparencia porque así nos lo exigió la la Comisión Europea y gestionamos el dinero de todos los españoles«.

García Agudo censuró la conducta de Carlos Esteban C. L. porque «además se produjo un sobrecoste de la obra adjudicada. Nosotros nunca tuvimos conocimiento de ninguna quita. Lo único que Sareb ha recibido fueron los 100.000 euros de la dirección facultativa».

El directivo de Sareb señaló en la sala de vista que al Sociedad estatal se enteró de las irregularidades por unos correos electrónicos por «los que habrimos las investigaciones».

También declararon dos arquitectos de la cooperativa Ciudad de la Juventud, que reconocieron su sorpresa porque la cifra del presupuesto era de 1,1 millones y el coste de la reforma de las escaleras se quedó en unos 600.000.

En este sentido, en su declaración, el acusado insistió a los magistrados en que los presupuestos «estaban hechos conforme a los precios de mercado de entonces».