El Villa de Aranda da la sorpresa en Guadalajara y se mantiene vivo

El Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda pescó en río revuelto y consiguió una importante victoria en su visita al Quabit Guadalajara (25-30), rival directo en la pelea por la permanencia. El equipo de Alberto Suárez todavía ve lejos los puestos de salvación, pero se mantiene vivo tras lograr un triunfo cimentado en la buena actuación del portero Luis de Vega, la excelente defensa en la segunda mitad y la aportación ofensiva de Matheus Novais. El conjunto arandino rompió una racha de cinco derrotas consecutivas.

Los visitantes se repusieron al buen inicio de su rival y, sobre todo gracias a la conexión Novais-Cunha, lograron nivelar el marcador en los primeros compases (7-7, min. 12). Ahí empezó a aparecer De Vega, que cuajó uno de sus mejores partidos de la temporada. Por debajo de su nivel durante gran parte del curso, el guardameta leonés se reivindicó en el vacío David Santamaría y frustró a los atacantes locales. El contraataque fue otra de las armas más aprovechas por Villa de Aranda, decidido a buscar a Javi García en el pivote para hacer daño en estático. Los visitantes se colocaron por delante por primera vez en el minuto 17 (10-11), y mantuvieron su ventaja hasta el descanso. Las intervenciones de De Vega otorgaron numerosas oportunidades de correr al Blasgón, liderado por un colosal Novais. La distancia de dos goles al paso por los vestuarios (14-16) hizo creer en que la machada era posible.

Guadalajara, que estrenó entrenador, Rodrigo Reñones, pagó su ansiedad en una segunda parte en la que resultó clave la defensa avanzada del Villa de Aranda. Los anfitriones nunca supieron cómo descifrarla. Dani Santamaría, autor de tres meritorias intervenciones de forma casi consecutiva, mejoró al veterano Hombrados en la portería, pero eso no impidió que los pupilos de Suárez aumentasen paulatinamente su renta hasta alcanzar una máxima de cuatro tantos tras otra notable mano de De Vega (15-19). Los nervios comenzaron a aparecer en las filas alcarreñas. El cuadro ribereño, pleno de concentración, aguantó los envites de su rival y mandó en el luminoso en todo momento. El acierto de Cunha se unió a la precipitación del Quabit, frustrado, y el Blasgón y Bodegas Ceres amarró dos puntos que le permiten no descolgarse definitivamente de la lucha por quedarse en la máxima categoría nacional. Tarea difícil, pero no imposible y que solo será posible transitando el camino enseñado en Guadalajara.