Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este jueves 4 de diciembre

El Giro de Italia 2026 se presta más a Vingegaard que a Evenepoel

La corsa rosa, que partirá de Bulgaria el 8 de mayo, ofrece 40 kilómetros llanísimos de contrarreloj, siete finales en alto y escasez de sus puertos insignes

Iván Benito

Lunes, 1 de diciembre 2025, 19:42

Comenta

Mauri Vegni quiere una jubilación tranquila. El director del Giro se retira a los 66 años tras «toda una vida» dedicada a la organizadora RCS Sports, los doce últimos como mandamás. Harto de quejas por sus etapas imposibles, por los largos traslados y, sobre todo, por el clima, el frío y la nieve que hace que los ciclistas le fuercen a cambiar recorridos, ha terminado de plegarse en 2026 con un trazado tibio. No habrá colosos italianos como el Gavia, el Stelvio, el Zoncolan, la Marmolada, las Tres Cimas de Lavaredo ni el Finestre, reservado esta vez para decidir la prueba femenina. Si alguien puede alegrarse por ello, ese es Jonas Vingegaard.

Al escalador danés se le presenta el próximo mes de mayo la oportunidad de escribir su nombre junto al de Anquetil, Gimondi, Hinault, Merckx, Contador, Nibali y Froome, la nómina de ganadores de las tres grandes. En su mente tenía debutar en la corsa rosa después de conquistar La Vuelta de las protestas propalestinas y, conocido el recorrido, solo una lesión debería privarle de que su primer objetivo de la temporada sea en Italia. Siete finales en alto y la mayor dureza en la parte final. Luego llegará el Tour.

Otro de los magníficos ciclistas de la generación actual, Remco Evenepoel, maldecirá la falta de kilómetros contrarreloj que tienen ambas. 26 en Francia. 40,2 en el Giro. Llanísimos, eso sí. El dominador absoluto de la disciplina podría hacer estragos por la Toscana, entre Viareggio a Massa, en la décima etapa. Pero sabe a poco. Hace una década eran 60. Ni que decir de cuando la prueba estaba gobernada en los despachos por los míticos Vincenzo Torriani, Carmine Castellano o Angelo Zomegnan.

La modernidad impera también en el inicio de las prueba. Bulgaria toma el testigo de Albania con tres etapas, a partir del 8 de mayo, en las que se dará a conocer la costa del Mar Negro y Veliko Tarnovo, la antigua capital del país, famosa por su fortaleza e histórico casco antiguo al que se llega cuesta arriba, y mostrará Sofía. Italia entrará en escena por el sur en una primera semana marcada por el Blockhaus y sus 240 kilómetros de etapa. El gigante de los Abruzos se ascenderá por su pendiente más pronunciada, la de Roccamorice: diez kilómetros al 10%. Allí se descubrió Eddy Merckx en 1967 y penó Mikel Landa en 2017. Su sueño rosa se estrelló contra una moto de policía mal estacionada.

El fin de semana esperan los muros de Fermo, en una etapa descafeinada para lo que podría haber sido como ya ha mostrado otras veces la Tirreno Adriático, y una etapa monopuerto en Corno alle Scale. Más allá de la crono, el principal interés de la segunda semana se resume a la jornada del Valle de Aosta (14ª, sábado 23). Cinco puertos largos largos, sin grandes rampas en 133 kilómetros con final en Pila (12 kilómetros al 6,9%), en un eco al primer Giro de Miguel Induráin. El domingo 24, habrá sprint en Milán, tras un lustro ausente.

Roma se reserva otra vez el podio final tras una tercera semana moderada. Al día siguiente de la jornada de descanso habrá una etapa íntegra en Suiza. Vegni quería ascender San Gotardo, el mito ciclista del país. Las autoridades locales le recomendaron que no. Serán apenas 113 kilómetros en el país alpino, con final en Cari (11 kilómetros al 8,1%). En la jornada siguiente, Vegni quiso terminar en Madonna di Campiglio, pero se tuvo que conformar con la cuesta de Andalo.

Su sello lo dejará en la antepenúltima etapa, en los Dolomitas. 5.000 metros de desnivel en 151 kilómetros, con siete puertos, entre ellos el Giau (cima Coppi, 2.233 metros) y Falzarego (las dos únicas subidas a más de 2.000m en todo el Giro) antes de Piani di Pezzè. Una subida final que, al ser corta (5 kms. al 10%) podría deparar movimientos lejanos. La victoria se terminará de decidirá en el Friuli (para conmemorar la respuesta al devastador terremoto del que se cumplen 50 años) con la doble ascensión a Piancavallo (14,4 kms. al 7,9%). Otro guiño a Mikel Landa. El escenario de su victoria parcial en 2017. De una tragedia surgió un extraordinario renacimiento. Como el de Simon Yates en la Finestre en 2025. El principal damnificado, Isaac Del Toro, decidirá su calendario con el equipo las próximas semanas. El UAE presentará un líder para rivalizar con Vingegaard. Del resto del mundo, solo el mejor Carapaz podría acercarse a ese nivel.

Controversia

El Giro es sinónimo de pasión, locura, mitos, y, sobre todo en los últimos años, de debate. Todavía resuena el vuelco de la general de la penúltima etapa de este 2025. Tom Dumoulin dice que apagó la televisión porque Del Toro le sacó de quicio. «No entendía cómo podían regalar la carrera de una forma tan absurda». A Tadej Pogacar se le ocurrió cuestionar las fechas de la corsa rosa. «Si cambiaran el Giro y La Vuelta sería mucho mejor por clima y para acudir». Adam Hansen, el asociación de corredores profesionales mayoritaria (CPA), le dio la razón. Como si en mayo en Andalucía no hiciera ya calor o en septiembre en los Dolomitas no conocieran la nieve. A la controversia se suma este trazado de nuevo cuño: inicio en el extranjero, poca contrarreloj y solo una verdadera etapa de alta montaña con todas las letras.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta El Giro de Italia 2026 se presta más a Vingegaard que a Evenepoel

El Giro de Italia 2026 se presta más a Vingegaard que a Evenepoel