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Explanada donde pudo estar la ermita de la Blanca. RRH
Burgos Misteriosa

La enigmática cueva de la Blanca, de Burgos, ¿realidad o leyenda?

La tradición señala que en la falda oeste del Castillo de Burgos existía una cueva en la que los cristianos del siglo IX escondieron una talla de la Virgen para evitar el expolio de los moriscos; una imagen que descubrió Sulla Bella, una hija de fundador de Burgos

Sábado, 14 de junio 2025

Nadie sabe si es leyenda o es realidad. Si existió como tal o es fruto del imaginario colectivo de la primitiva ciudad de Burgos. Lo que sí que parece cierto es que, en una pequeña explanada a los pies de la fortaleza del Castillo de Burgos, existió una ermita, un templo en el que se veneraba la figura de Santa María con la advocación de la Virgen Blanca.

Esa leyenda, que ha pasado de generación en generación, dice que una hija del conde Diego Rodríguez Porcelos tuvo la aparición de la Virgen cuando paseaba por los alrededores del Castillo. La Madre de Dios le indicó donde una pequeña cueva en la que había una figura de María, ocultada por los cristianos para protegerla de la invasión morisca.

Sulla Bella, esta hija del conde, encontró esa imagen en el bosque, en la cueva. Como en todas las apariciones marianas, la Virgen pidió a la joven que se construyera un altar para veneración de la Madre de Dios. Y así lo hizo su padre el conde, el fundador de la ciudad, que erigió en ese lugar, junto a la cueva, el templo de devoción a la Virgen Blanca.

Ese templo, cuentan las crónicas, que se encontraba en el mismo lugar en el que todos los años se celebran la romería con la figura de la Virgen de la parroquia de San Pedro de la Fuente. Lo más complicado es saber dónde estaba esa cueva en la que apareció esa imagen de la Virgen. Es más, aun siendo posible la existencia de esa cueva, ¿dónde se encuentra ahora mismo ese lugar?

Nadie ha dado respuesta. Nadie conoce donde pudo ubicarse esa cueva. Lo cierto es que este tipo de apariciones, sean ciertas o no, llevan siempre aparejado el mismo mensaje.

En ese lugar se construyó esa ermita o iglesia dedicada a la Virgen Blanca. En la Guerra de la Independencia, en 1813, el ejército de Napoleón hizo volar por los aires el Castillo y con él, todo lo que había a su alrededor y la iglesia quedó reducida a escombros. Sin embargo, la imagen de la Virgen se salvó. Era una pequeña talla de la Madre de Dios. Esa estatuilla se custodió primero en la iglesia de San Nicolás y posteriormente se llevó a la parroquia de San Pedro de la Fuente.

Pero la tradición mariana sigue y la devoción a la Blanca también. Sin embargo, en otras ciudades del entorno en otros lugares de la provincia, esta tradición de la Virgen Blanca se remonta a la tradición de la Virgen de las Nieves, que se celebra el 5 de agosto. De esto hay testimonio en varios autores, por ejemplo, Andrés Navajero que ofrece un testimonio de 1527 donde asegura «que es muy apreciada y a ella acude por devoción mucha gente; de ella una buena parte de peregrinos que hacen el camino de Santiago».

De hecho, en la Ruta Jacobea, menciona después de Burgos a Nuestra Señora de la Blanca de Santa María de Villalcázar de Sirga en Palencia y a Nuestra Señora de la Blanca del mainel de la puerta de la Catedral de León

¿Una sinagoga en la Blanca?

El historiador y americanista Ballesteros Beretta estudió la influencia de la cultura judía en España y llegó a afirmar que «la iglesia de Santa María la Blanca, al pie del Castillo, pudo haber sido una primitiva sinagoga».

Ballesteros se apoyaba en el hecho de que en el siglo XV la Colación de Santa María la Blanca –subdivisión territorial dentro de la ciudad, similar a un barrio o distrito— era una de las más antiguas de la ciudad y tenía una población significativa, principalmente mozárabe. Estaba habitada por conversos y en la similitud del nombre de la iglesia con los de las sinagogas de Toledo y Sevilla.

Pero según los estudios de realizados en la zona, la ermita es anterior a la creación en Burgos de la sinagoga.

¿Por qué la Blanca?

Son varias las tradiciones que se han transmitido para explicar el origen de la advocación a Santa María la Blanca en Burgos y que no guardan ningún tipo de relación con la de las otras sinagogas; Desde la que deriva su nombre de la hija de Diego Porcelo, en el antiguo cerro de Las Flores, hasta la que hace derivarla de su antigua denominación de 'Rocalba' debido al color blanco de las rocas sobre las que se produjo la aparición mariana.

El catedrático de la Universidad de Burgos Alberto Ibáñez opina que, al igual que muchos de los títulos de las desaparecidas iglesias que se encontraban en los barrios altos de la ciudad -San Román, San Martín y San Llorente-, el nombre de «La Blanca» procedía de Francia y estaba muy extendido a lo largo de la ruta jacobea.

Parece ser que para conmemorar estos hechos sostenidos por la tradición hacia el último tercio del siglo IX se construyó una ermita pequeña de estilo románico bajo esta advocación. A finales del siglo X, y por el progresivo aumento de la población en la parte superior del Castillo, se pensó en derribar la antigua ermita y construir en su lugar una nueva iglesia con carácter de parroquia

La conclusión del doctor por la Universidad de Salamanca, Ricardo Muñoz Solla es que prácticamente «es imposible que Santa María la Blanca pudiera construirse sobre la base de la primitiva sinagoga de la ciudad habida cuenta de la temprana datación de su culto».

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