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Alauda Ruiz de Azúa entre las actrices de 'Los domingos', Blanca Soroa y Patricia López Arnáiz. EP

Alauda Ruiz de Azúa vuelve a deslumbrar en San Sebastián con 'Los domingos'

La directora baracaldesa cuenta de manera sutil y compleja la vocación religiosa de una chica, que descoloca a su familia al anunciar que quiere meterse monja

Oskar Belategui

San Sebastián

Lunes, 22 de septiembre 2025, 12:30

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Cuenta José Luis Rebordinos que cuando le dijeron que la nueva película de Alauda Ruiz de Azúa iba de una chica que quiere meterse monja arqueó la ceja. El inmenso talento como narradora de la directora baracaldesa, alaba el director del Zinemaldia, reside en convertir en apasionante un tema que a priori nos resbala.

Tal como lo hizo con los sinsabores de la maternidad en 'Cinco lobitos' y con la violencia en el seno de un matrimonio que dura 30 años en la serie 'Querer', Ruiz de Azúa vuelve a plantear complejos conflictos morales que nos apelan y obligan a interrogarnos a nosotros mismos en 'Los domingos'. Es la tercera película española a concurso en San Sebastián tras 'Los Tigres' y 'Maspalomas', y demuestra el nivelazo este año de la cosecha de cine nacional.

Tráiler de 'Los domingos'.

Firme candidata a la Concha de Oro, 'Los domingos', que se estrena en cines el 24 de octubre, toma su nombre del día en el que la familia bilbaína protagonista se reúne para comer y sacar los trapos sucios. Ainara (Blanca Soroa, una chica de Las Arenas sin experiencia como actriz) descolocará a todos tras anunciar a sus 17 años que quiere ingresar en un convento y tomar los hábitos.

Huérfana de madre, Ainara asiste a un colegio religioso junto a sus dos hermanas. Su padre (Miguel Garcés), siempre preocupado por un restaurante no muy boyante, esperaba que su hija eligiera una carrera universitaria, como las chicas de su edad. Su tía (Patricia López Arnaiz), radicalmente anticlerical, no entiende que una joven lista y sensible se quiera encerrar junto a las religiosas que lidera la madre superiora (Nagore Aranburu).

'Los domingos' arranca con la visión de un crucifijo mientras suena de fondo el 'Quédate' de Quevedo y Bizarrap. Un grupo de chicas en un retiro espiritual cuchichea como cualquier adolescente de su edad. Pero Ainara será la única que, a la mañana siguiente, acuda a la misa que ofician las religiosas. ¿Quién se mete monja de clausura en estos tiempos de móviles y reguetón?

Alauda Ruiz de Azúa se interroga sobre el sentido de la vocación religiosa y sobre el espacio que la fe tiene en este mundo moderno. Desde su posición de no creyente asume que es imposible comprender el impulso que lleva a una niña a querer aislarse del mundo. ¿Es lícito que en los colegios religiosos formen y alienten vocaciones a adolescentes que todavía no han formado su personalidad?

Una imagen de 'Los domingos', en salas el 24 de octubre.

«Respeto tu fe, pero otra cosa es que me digas que quieres ser monja», dice el padre a la hija en en este drama sutil y austero, que abomina del maniqueísmo y no muestra a los sacerdotes y las monjas como villanos. Habrá quien lo vea y pueda pensar que aliente las vocaciones; otros, la mayoría, compartirán la crítica de la manera en la que se construyen las vocaciones en la Iglesia católica.

Ruiz de Azúa retrata con ternura a una familia crispada y azotada por problemas económicos y sentimentales, que no escucha a una cría que les desarma con su decisión. Cada uno de los miembros –el padre, la tía, el tío argentino, la abuela–, reaccionará de una manera diferente. «No es una secta», se escucha en un momento dado, aunque quizá lo sea. ¿Llevamos al psicólogo a la cría? Es normal que Ainara encuentre más paz y consuelo en el convento que en las discusiones familiares. Consuelo es una palabra clave en 'Los domingos', que también pone a prueba el concepto de tolerancia, de la que todos presumimos salvo cuando nos afecta.

Alauda Ruiz de Azúa rueda con tiralíneas, de manera sobria y precisa, sin que sobre un solo plano, sin un encuadre desequilibrado y ayudada por un grupo de actores en estado de gracia: Miguel Garcés como el padre debería recibir una nominación al Goya. El tema de Nick Cave and the Bad Seeds 'Into my Arms', interpretado por el coro juvenil en el que canta la protagonista, actúa como leit motiv, mientras para el emocionantísimo final se reserva 'Aitormena' (Confesión), de Hertzainak. 'Los domingos' es una película que provocará debates y que se contemplará de manera diferente según cuñal sea la mochila religiosa que carguemos.

El origen del filme, contó Alauda Ruiz de Azúa en San Sebastián, es la vocación religiosa despertada en una conocida cuando ella era joven. «Me pareció una decisión radical. Y pensé que podía abordar el tema desde el ángulo de la familia», explicó. «Que una adolescente tome una decisión así me permitía hablar de muchas fragilidades de la familia, de convicciones que creemos férreas y de repente se ven puestas en tela de juicio. Y me lancé a documentarme cómo era una vocación religiosa en 2025».

Una imagen de 'Los domingos'.

'Cinco lobitos', 'Querer' y 'Los domingos' están unidas por la familia, una cuestión que fascina a la realizadora. «Las tres son distintas pero comparten el universo familiar», consiente. «Nos empeñamos mucho en mantener la institución familiar, ponemos mucho esfuerzo en ella. Tenemos interiorizado que tiene que ser un refugio, un sitio de amor, paz y encuentro, el último apoyo. Y no siempre es así. No siempre es fácil que todo eso se construya desde ahí. Esa fragilidad de la familia, que nos cuesta ver a veces, está en las dos películas y la serie. Todas tienen personajes que se esfuerzan por seguir en la familia, aunque no se puedan ni ver».

¿Busca refugio la protagonista en el lugar equivocado? «He intentado construir la película desde una tensión en la que el espectador debe dilucidar hasta qué punto esa vocación es un sentimiento genuino, auténtico e incluso espiritual, o si realmente es algo que está empujado por el mundo adulto, tanto el familiar como el religioso. El papel que los adultos juegan en estas vocaciones es muy importante», remarca la directora baracaldesa. «Esto enlaza con la vulnerabilidad y la complejidad que puede haber en la adolescencia, un momento muy delicado en el que empiezas a sentir cosas muy adultas, muy intensas, que se sienten muy reales pero no siempre se traducen bien. Esa vulnerabilidad puede llevarte a una necesidad de afecto, de sentirte especial, a un sitio que no esperabas».

'Los domingos' juega en su título con la doble acepción del día en el que se reúne la familia protagonista en la casa de la abuela, que a su vez es el día de celebración para los católicos. Amor terrenal, como el que empieza a sentir Ainara por un chico, frente al amor divino. Para Alauda Ruiz de Azúa, el domingo no es el Día del Señor, «sino un día de ver cine».

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