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Miércoles, 14 de mayo 2025, 10:40
El 2025 confirma lo que ya venía anunciándose desde hace meses: el maximalismo se consolida como una de las grandes tendencias en decoración del hogar. En contraste con la neutralidad del minimalismo escandinavo y el estilo «zen» que ha reinado en años anteriores, esta corriente abraza el exceso visual, la explosión de color, las formas marcadas y los espacios cargados de personalidad. Pero atención: llevarlo a la práctica sin criterio puede resultar en un desastre visual. Aquí es donde la figura del interiorista profesional cobra una importancia vital.
Según Eva Cuevas, reconocida interiorista en Burgos especializada en tendencias contemporáneas, el maximalismo no consiste en llenar un espacio de objetos sin ton ni son. «La clave está en saber jugar con las proporciones, combinar materiales, estampados y colores sin que el resultado abrume ni provoque fatiga visual», apunta. Porque sí, un mal paso en esta tendencia puede convertir la ilusión por un cambio decorativo en una fuente de estrés e incomodidad diaria.
Nacido como respuesta estética al minimalismo, el maximalismo celebra la exageración y la teatralidad. Pero eso no significa acumular cosas al azar. Se trata más bien de dar protagonismo a cada elemento decorativo y conseguir que convivan en armonía piezas con gran presencia: un papel pintado con patrones densos, una lámpara escultural de gran formato, o un espejo barroco cubierto de pan de oro. El resultado ideal es una vivienda que vibra, emociona y no pasa desapercibida.
El primer paso para sumarse a esta tendencia sin fallar es entender la diferencia entre exceso y saturación. El maximalismo no busca el caos, sino una riqueza visual estructurada. De ahí la importancia de contar con un profesional como Eva Cuevas, que sabe cómo equilibrar siluetas grandes, estampados complejos y contrastes de color sin romper la armonía.
Además, elementos como molduras decorativas, arte mural llamativo y muebles con formas geométricas o colores vibrantes, como un azules, rojos, verdes…, pueden introducir el estilo de forma controlada. La clave está en la planificación: un punto focal dominante por estancia y una paleta bien pensada pueden marcar la diferencia.
El maximalismo es, sin duda, una declaración de intenciones. Pero llevarlo a cabo sin guía profesional puede convertir el diseño en desorden. Eva Cuevas nos recuerda que la decoración es una forma de expresión, pero también un arte técnico donde la escala, la luz y el equilibrio juegan un papel crucial. Contratar a un interiorista es asegurarse de que esa expresión no se vuelva agobiante.
Dirección: Calle Vitoria 29, 1º, oficina A
Teléfono: 653 674 672
Email: eva@evainteriorista.es
Instagram: @eva_interiorista
El maximalismo no es solo una moda: es una forma de vivir el espacio con intensidad. Y si te animas a aplicarlo, que sea con cabeza y, mejor aún, con ayuda experta.
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