Una de las peculiaridades de las cerámicas halladas es el buen estado de conservación de alguna de ellas. BC

Aparecen cerámicas altomedievales en Lodoso que confirmarían un asentamiento anterior a lo documentado

Durante la obra de ensanchamiento de una calle en el pueblo burgalés de Lodoso se han hallado tres silos y una fosa de la Alta Edad Media. Contenían enseres de cocina como ollas y jarras pintadas que esperan una datación que confirme con más exactitud su siglo

Jueves, 20 de abril 2023, 07:20

En la obra de ensanchamiento y adecuación de una calle en el pueblo burgalés de Lodoso, ubicada enfrente de la iglesia, han aparecido, por casualidad, tres silos y una fosa. En los mismos se ha encontrado cerámica que data de la Alta Edad Media. Son utensilios de cocina en buen estado de conservación y pintados.

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El descubrimiento se hizo así, por casualidad, sin control arqueológico, durante la obra. Pero en cuanto comenzaron a aparecer cerámicas en estos silos, el Ayuntamiento dio parte a la Junta de Castilla y León, como confirma Óscar Alonso, alcalde de Lodoso.

En ese momento se contrató a un equipo de arqueología conformado por Fabiola Monzón y Gloria Martínez. Estas dos arqueólogas estuvieron trabajando en el lugar durante varios días, excavando en lo que había salido en los perfiles. Lo que se ha hecho ha sido documentar ese material medieval hallado.

Las cerámicas aparecieron durante la obra de una calle en Lodoso. BC

La fosa y los silos

Por un lado, apareció una fosa de unos tres metros de longitud. «Hay teorías de que estas fosas podían ser utilizadas para compost, pero todavía no hemos acabado el informe y no podemos aportar más información sobre la misma», confirma Fabiola Monzón, una de las dos arqueólogas que ha trabajado en el lugar.

De los tres silos hallados, uno de ellos contenía abundante cerámica y, además, prácticamente entera. Se trata de cerámica de la época medieval, ollas, alguna jarra y fragmentos. «La peculiaridad es que cada una es diferente, son modelos diferentes, pero, en todo caso, pertenecen a las especies pintadas altomedievales y a enseres de cocina», confirma Monzón. «Una de ellas, por ejemplo, es de suma delicadeza la pintura. Tiene dos asas y está pintada con líneas en color vinoso y decoradas las asas y el reborde en negro», describe la arqueóloga.

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También ha salido un punzón de hueso, una especie de aguja que tiene el ojo y la punta pulida.

Además de ollas y jarras han aparecido restos de cerámica. BC

La datación

Estas cerámicas están documentadas como de la Alta Edad Media, «en otros yacimientos nos han arrojado unas fechas entre el siglo VII y IX, aproximadamente, pero queremos tener una información más exacta», confirma Monzón. El Ayuntamiento costeará esta datación analítica, como ha confirmado Alonso. «El equipo de arqueología ha dejado a nuestra elección realizar esta datación más precisa, pero creemos que es pertinente y el gasto no es elevado, unos 800 euros dos piezas», confirma el regidor.

Esta datación más precisa ayuda a ubicar concretamente los yacimientos. En los alrededores de Lodoso hay una serie de yacimientos romanos, también medievales. En algunas iglesias también han aparecido silos. Por eso al regidor no le sorprendió mucho que aparecieran los silos, «no sabíamos que había ahí silos, pero es frecuente por esta zona que salgan cuando la gente empieza a hacer obras para alguna casa. Tenemos, incluso, uno muy bien conservado en una ermita, con un cristal para que se vea. Avellanosa del Páramo también han hallado unos 15 en la restauración de una ermita», confirma.

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Las cerámicas eran utensilios de cocina. BC

Estos yacimientos están inventariados, pero no se ha procedido a un estudio más detallado. Si se confirman las fechas de estas cerámicas altomedievales, lo que se permitiría es confirmar un asentamiento de población también en la Edad Media, es decir, anterior a lo que dice la documentación actual. «El primer documento del pueblo es del 1.185. Este yacimiento confirmaría que la zona estuvo asentada antes, que no se fueron los romanos y quedó deshabitada, que durante la época altomedieval hubo población y es anterior a la documentación existente», explica Monzón.

La implicación del pueblo

La arqueóloga Fabiola Monzón confirma que el Ayuntamiento de Lodoso es «consciente del patrimonio del pueblo y apuesta mucho por ello. Apuestan por el potencial cultural que tienen y están contentos de poder seguir conociendo más. Trabajar así es más fácil y es que nos han puesto todas las facilidades», asegura.

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Tantos los gastos de investigación como de datación los ha asumido el pueblo. Por ello, Óscar Alonso confiesa que les gustaría que estas cerámicas se quedasen en el pueblo y este hallazgo repercutiera en la cultura, patrimonio y turismo. «Esto es más historia y conocimiento para la gente del pueblo», señala el alcalde.

No extraña a los vecinos que hayan aparecido silos, pero sí sorprendió el hallazgo de cerámicas en tan buen estado. BC

Cuando comenzaron a salir las piezas se movieron entre la alegría y el miedo. «La alegría era porque todo lo que sea historia, información, conocimiento es importante. Pero el miedo estaba ahí y se debía a que habíamos invertido mucho en el ensanchamiento de una calle que está enfrente de la iglesia y queríamos que quedara bonita. Sabíamos que, si salía algo, la obra se paraba», reconoce el alcalde. Y así fue, la Junta de Castilla y León paró la obra, pero una vez hecho el estudio se ha podido continuar.

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Así que, después de la inversión y de la implicación, el pueblo confía en que el Museo Arqueológico de Burgos les permita llevarse las piezas al pueblo. «Podemos solicitarlo si tenemos un buen sitio para exponerlo, si va a estar cuidado y bien conservado. Si es así, nos ceden las piezas unos 50 años con un control anual», explica el alcalde. El pueblo ya cuenta con tres museos, uno dedicado a la fragua, otro a la fotografía astronómica y otro etnográfico. Creen que en este último tendría en encaje.

La vida de los silos

La arqueóloga Fabiola Monzón confirma que los silos hallados tienen un nivel de ocupación y asentamiento muy bajo con respecto a la cota que tiene la tierra de cultivo en la que han aparecido. «Desde la superficie era muy difícil adivinar el yacimiento porque se encontraba muy por debajo con mucho sedimento encima», explica Monzón.

Los silos tienen una fase de almacenamiento de grano. En el momento en que lo se usan para este fin, por la razón que sea, se convierten en basureros. La fosa se colmata con basura. «Esa basura es información muy importante para nosotros. Desde la Universidad de Burgos se va a intentar hacer un análisis de los sedimentos para ver si hay microfauna o semillas. Toda la información que podamos recopilar es interesante», añade la arqueóloga.

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