Buen año para la economía burgalesa, a pesar de la caída de las exportaciones y el sector agrario
El Colegio de Economistas estima que creceremos un 2,1 o 2,2%, gracias al subsector agroalimentario, el empleo y el turismo
Burgos ha tenido un buen año 2019 en lo económico. Este es el resumen del Informe de la Economía Provincial que ha presentado esta mañana el Colegio de Economistas de Burgos, pero los factores que permitirán que la provincia cierre el año con un crecimiento del 2,1 o 2,2%, superando la media nacional (2%), son trascendentes para conocer la evolución de la economía.
Principalmente, el subsector agroalimentario, el turismo y el empleo han sido los factores que han tirado de la economía provincial este año, en el que el sector agrario ha decrecido un 10% respecto al histórico 2018 y las exportaciones se han reducido en un 8,4% como consecuencia del momento de incertidumbre que atraviesa en subsector del automóvil y el crecimiento constante del joven parque de proveedores de Palencia.
Pero, entrando en detalle, el Colegio de Economistas, a través de su decano Carlos Alonso de Linaje, celebra que la economía local y nacional esté consiguiendo crear empleo con crecimientos inferiores al 2,5%, algo que no ocurría hasta el momento. Este 2019 se cierra con menos de un 10% de desempleados y una tasa de ocupación del 52%, cifras que contrastan con la media de desempleados de Castilla y León (11,18%) y la de España (13,92%) y con las tasas de ocupación regionales (48%) y nacionales (50%). Y todo esto con un descenso del 1,1% de los autónomos.
En 2019 se ha creado empleo con un crecimiento de la economía inferior al 2,5%, algo que antes no ocurría
También ha sido un buen año para el subsector agroalimentario, creciendo gracias a la demanda interna y exterior. Parte de culpa la ha tenido la excelente calidad del vino vendido, que, a pesar de una merma en la producción, como consecuencia de las condiciones climatológicas, ha aumentado su facturación. Siguiendo la estela del crecimiento, el turismo ha registrado más visitantes (3,2%) y pernoctaciones (2,8%).
Y lo mismo ocurre con el resto de sectores y subsectores analizados. Todos se mantienen en positivo en mayor o menor medida. Especialmente delicado es el positivo de la industria dedicada a la automoción. Tras meses de fuertes caídas en las matriculaciones, las empresas burgalesas que representan una quinta parte del PIB han tenido un año neutro. El motivo reside en la gran incertidumbre que pesa sobre el modelo de movilidad que queremos tener en España, lo cual retrasa lo más posible la compra de un vehículo. Además, Alonso de Linaje achaca esta situación al componente político, pues se tiene que liderar desde el Gobierno de España el vehículo que debe de ser el presente y futuro del transporte. Mientras no se potencie la motorización eléctrica, a través de infraestructuras para la venta masiva de este tipo de vehículos, los de combustión se mantienen como la única realidad, aunque sea más pronto que tarde caduca.
Por el otro lado, el del decrecimiento, la palma se la lleva el sector agrario. Tras un 2018 excelente, en el que el sector creció un 18,8%, 2019 registra una caída del 10% como consecuencia de las sequías que se registraron en la provincia. Solo la producción de cereal ha caído un 16%, que se ha amortiguado con caídas menos pronunciadas como la de la ganadería (1,7%).
Finalmente, la caída de las exportaciones, en un 8,4%, se debe a la cercana presencia del parque de proveedores de Palencia y la situación del mercado del automóvil. Alonso de Linaje ha advertido que en solo cuatro años Burgos ha perdido 1.000 millones de euros en exportaciones en solo cuatro años.
Y con estos mimbres, 2020 se presenta en positivo, según las previsiones de los economistas, aunque en menor medida que ese poco más de 2% de crecimiento de 2019. Para Alonso de Linaje, en 2020 vivieremos una desaceleración de la economía, pero nos mantendremos en positivo. Cuánto, dependerá de la economía internacional, que estará directamente relacionada con el futuro de Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Las medidas proteccionistas del presidente norteamericano lastran la economía mundial y, previsiblemente, su política económica tan restrictiva, enemiga de la China, acabará con él o se perpeturá durante cuatro años más.
