Burgos encara una Semana Santa incierta: alojamientos con plazas libres y previsión de lluvia

Los alojamientos, urbanos y rurales, de Burgos han vivido los días previos a la Semana Santa pendientes de la meteorología, como aquellos que esperan un viaje. En las jornadas anteriores a las festivas, ni hoteles ni casas rurales de Burgos alcanzaban la máxima ocupación. Seguían teniendo plazas libres a pocos días de comenzar este periodo festivo, algo poco habitual, según gestores de casas rurales y hoteles.

Desde Turalbur, la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos, su vicepresidente, Domingo Hernández, reconoce que afrontar una Semana Santa «buena, pero no tan buena como se podía esperar». Normalmente, los alojamientos rurales de la provincia están al 98% o al cien por cien de su capacidad en los días centrales de la Semana Santa, «pero este año está más frío el tema», reconoce. Esperan superar el 90% de ocupación, pero no creen que se llegue a colgar el cartel de completo en la mayoría de negocios.

Hernández reconoce que es algo «preocupante. Al principio, a la hora de las reservas con antelación, llevábamos buen ritmo, pero, a una semana de los días gordos, se ha ralentizado», reconoce. Al vicepresidente de Turalbur le preocupa esta situación porque, según explica, «a nosotros la meteorología no nos afecta tanto, aquí se reserva directamente con el propietario, por lo que no tenemos esas ofertas con posibilidad de cancelación hasta el día anterior a la entrada. Además, al dar lluvias generalizadas, afecta menos a los alojamientos rurales que suelen ser espaciosos, tener algo exterior cubierto, mover a grupos grandes», explica.

Turalbur achaca más su dificultad de colgar el cartel de completo a la saturación en la oferta. «Hay saturación de alojamientos rurales en la provincia de Burgos y la demanda no se ha elevado en consonancia. Además, tenemos que competir con hoteles, campings, apartamentos turísticos, a lo que hay que sumar esos alojamientos ilegales, los que no están dados de alta», lamenta Hernández.

Por su parte, los hoteles de la capital han tenido un primer fin de semana, el de Domingo de Ramos, «más flojo de lo esperado», según reconoce Luis Mata, presidente de la Asociación de Hoteles de la Federación de Hostelería de Burgos. Este fin de semana se ha celebrado la Dance World Cup en la ciudad y se han dado cita más de 1.400 bailarines, lo que ha sido un impulso para los hoteles de Burgos.

«Las reservas relacionadas con este evento de danza no se han cancelado por el clima, pero sí hemos tenido cancelaciones de otras personas que venían de turismo», reconoce Mata. Por ello, los hoteles de Burgos siguen mirando al cielo de cara a los días centrales de la Semana Santa.

Este lunes y martes santo han estado al 60% de ocupación. El miércoles, víspera de festivo, ha subido hasta el 75%. De cara al jueves, viernes y sábado las reservas están al 85%, un porcentaje bajo en comparación con lo esperado. «Hay habitaciones libres todavía, no muchas, pero hay. El clima a nosotros nos afecta, aunque estamos esperando las reservas de última hora», reconoce Mata.

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología dan lluvia, principalmente, para el viernes y el sábado. Las temperaturas, además, el sábado, no se espera que superen los diez grados, cuando el viernes podrían llegar a los 17. Por eso, el presidente de la Asociación de Hoteles reconoce que temen que «pueda haber más cancelaciones de última hora que reservas de última hora».

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