Burgos recibe julio con máximas que rondarán los 30 grados
La meteorología no cambiará este fin de semana en la provincia, aunque el domingo se espera que bajen los termómetros ligeramente
Después de un mes de junio plagado de alertas por tormentas y fuertes lluvias, Burgos recibe julio sin avisos naranjas ni amarillos. De hecho, lo que se espera para los próximos cuatro días es una línea continuista de lo que se ha visto durante los Sampedros.
¿Eso en qué se traduce? Pues en manga corta por el día y chaqueta para la noche si aún se quieren apurar los últimos conciertos de la programación alternativa de las fiestas.
Este jueves, la provincia volverá a superar los 30 grados de máxima. Unas temperaturas que contrastan con los 12, por ejemplo, que alcanzará la capital de mínima. Situación similar se vivirá en el resto de la provincia, sin descartar la posibilidad de chubascos aislados en zonas montañosas.
La panorámica del viernes no cambia ni un ápice respecto al jueves. Aumenta la presencia de nubes en toda la provincia, aunque las temperaturas no cambiarán, con máximas sobre los 30º y mínimas alrededor de los 12.
La nubosidad crecerá ostensiblemente durante el sábado. Hecho que propiciará que las temperaturas solo lleguen a los 30 grados en la Ribera del Duero. Además, las máximas también subirán para superar los 15º.
La semana se cerrará también con intervalos nubosos. De hecho, el descenso de temperaturas sufrirá otra merma y ningún punto de la provincia llegará hasta los 30º. El verano no termina de despegar en Burgos.
