Las aves son los animales a los que más peligros se enfrentan. Yolanda Fernández Blanco

El calor y la sequía aumentan los avisos por animales silvestres en peligro en Burgos

Es una cifra que suele aumentar con la llegada del verano. En el mes de junio el 1-1-2 recibió unos 50 avisos por animales protegidos o silvestres en peligro y la cifra de julio ha aumentado hasta los 124

Martes, 22 de agosto 2023, 07:19

Los fenómenos meteorológicos afectan a los animales. Es una obviedad que los datos confirman, al menos, en la provincia de Burgos. Agentes medioambientales confirman que en la provincia, con el calor, aumenta la recogida de animales, «igual que ocurre con el granizo», añaden. Este mes de julio, con la ausencia de lluvias y el aumento de la temperatura, el Centro de Emergencias del 1-1-2 ha recibido más avisos que en mes de junio por animales protegidos o silvestres que se encontraban en peligro.

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En el mes de junio se recibieron 50 avisos, este mes de julio la cifra ha aumentado hasta los 124. Unas cifras que se mantienen en línea con las del año 2022. En junio de 2022 se recibieron 56 avisos por estas causas y en el mes de julio de 2022 fueron 127.

«Todos los afectos atmosféricos adversos afectan a la fauna», recalca un agente medioambiental. Este verano, aunque la provincia acabe de sufrir una ola de calor, las temperaturas han sido más suaves que en el verano de 2022. Algo que demuestran los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, pero también las evidencias en el comportamiento de la fauna que se encuentran estos agentes medioambientales, los que están en contacto directo con la naturaleza.

«El verano pasado tuvimos muchas más recogidas de aves muertas porque se metían en aleros y agujeros y se asfixiaban con el calor. Por ejemplo, en el 2022 recogimos muchos vencejos muertos y este verano no está siendo así», confirman.

Aumento de los avisos, aumento de la sensibilidad

La cifra de avisos por animales protegidos o silvestres en peligro ha ido aumentando en la provincia de Burgos en los últimos años. En el año 2017 el número total de este tipo de avisos fue de 225, este 2023 ya vamos por 300 y en el 2022 se cerró el año con 452 avisos.

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Los agentes medioambientales señalan que sí se aprecia «mayor sensibilidad» entre la gente con respecto a los animales silvestres, «pero en algunos casos también es exagerada. Es decir, hay que tener en cuenta que la recogida de un animal en peligro implica un compromiso y un procedimiento. Nos hacemos responsable de ese animal. Muchas veces se da el aviso y se quiere que se acuda en el momento y hasta la puerta de casa. Necesitamos una colaboración. No basta con dar el aviso y que otro se encargue», lamentan, «no somos un servicio que funcione 24 horas y tenemos que gestionar muchas urgencias», explican.

Las aves, en peligro

El aumento de animales protegidos y silvestres en los meses de más calor se debe, sobre todo, a la recogida de aves. Pero es que los agentes medioambientales ya advierten de que hay que tener «cuidado» porque «la población de aves ha caído mucho en la provincia». Esto se debe a que estos animales tienen ahora muchas más amenazas que antes, por ejemplo, los aerogeneradores, los tendidos eléctricos o las pistas de pádel.

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Con respecto a este último punto se está apostando ahora por colocar vinilos con forma de malla en los cristales de las pistas de pádel porque esas pegatinas con forma de pájaro ya no estaban dando el efecto deseado.

Los animales que ingresaron en el CRAS de Burgos (Centro de Recuperación de Animales Silvestres) certifican que las aves son los que más peligros sufren. Durante el 2022 ingresaron 1.175 aves, 225 mamíferos y dos reptiles.

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A nivel regional, los CRAS de Castilla y León recepcionaron un total de 6.749 entradas en la red de centros. Por grupos taxonómicos destacan de forma mayoritaria los ingresos de aves, suponiendo un 89 % de las entradas, seguido de un 9 % de mamíferos.

Con respecto a los tendidos eléctricos, los agentes medioambientales de la provincia reconocen que «se ha trabajado mucho y se ha avanzado mucho también». Siempre que aparecía un ave muerta por causa de un tendido eléctrico se requería a la empresa propietaria a que solucionara el punto conflictivo y, también, se han protegido muchos tendidos para evitar estas muertes.

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Investigación

Cada muerte de un animal en la naturaleza en la que intervienen agentes medioambientales se investiga, ya sea por causas naturales, humanas o desconocidas. Toda muerte dice algo. Envenenamientos, cazadores furtivos...

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