Los embalses burgaleses despiden el año con reservas de agua muy superiores a la media de la última década
Los pantanos de Arija y de Úzquiza se encuentran al 73% de su capacidad
La campaña de regadío está más que garantizada en Burgos. Y es que, las intensas lluvias registradas durante las últimas semanas han permitido que las reservas de agua embalsada se disparen hasta alcanzar un nivel muy superior al de la media de los últimos diez años.
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Especialmente significativa es la situación que se registra en el embalse del Ebro, en Arija, que ahora mismo cuenta con 393,7 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone casi el 73% de su capacidad total. En este caso, el incremento ha sido impresionante durante las últimas semanas. De hecho, a principios de mes, no se alcanzaba los 310 hectómetros cúbicos, es decir, que en apenas 30 días, las reservas de agua en el gran embalse de la cabecera del Ebro se han incrementado en un tercio.
Este sensible repunte ha permitido superar con creces la media de agua embalsada de la última década (315 hectómetros cúbicos, un 58,39% del total), aunque no ha conseguido que se alcancen las históricas cifras registradas en la misma semana del año pasado, cuando se contabilizaban 426 hectómetros cúbicos de agua embalsada (un 78,74%).
A la espera de Castrovido
Las intensas lluvias registradas en noviembre y diciembre han permitido incrementar sensiblemente las reservas de agua, pero también han impedido que se culminen las obras de construcción de la presa de Castrovido, un proyecto en el que se viene trabajando desde hace mucho tiempo.
En este caso, la imposibilidad de culminar el cierre del aliviadero del desvío provisional del río Arlanza ha provocado un nuevo retraso respecto a las previsiones iniciales, y hasta bien entrado 2020 no se procederá al llenado de prueba del embalse
Una fotografía de situación muy similar presentan los dos grandes embalses de la cabecera del Arlanzón, que regulan la cuenca del río y abastecen a la capital provincial y buena parte de los municipios del Alfoz.
En este caso, el antiguo pantano de Arlanzón cerrará el año con 20,75 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone un 94,3% de su capacidad total, es decir, que está prácticamente lleno. Eso sí, aún ha estado más lleno, ya que tras el primer gran episodio de lluvias de finales del otoño se alcanzó el 99% de su capacidad, pero fue necesario desembalsar agua el pasado día 19 de diciembre.
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También se abrieron las compuertas del pantano de Úzquiza el pasado día 23, cuando se registró la punta de embalse de la temporada. Aquel día se contabilizaban 58 hectómetros cúbicos de agua, lo que suponía algo más del 77% de la capacidad total de embalse.
A pesar del desembalse efectuado esa jornada, el pantano de Úzquiza cerrará el año con casi 55 hectómetros cúbicos de agua, un 73,1% del total. Se trata de una situación mucho más favorable a la que presentaba el embalse en la misma semana del año pasado (41 hectómetros cúbico, un 54,67%) y a la media de la última década (39 hectómetros cúbicos, un 52,8%).
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