Interceptados dos motoristas circulando por zonas no habilitadas de un parque natural de Burgos
Los agentes medioambientales han cursado las actas de denuncia tras sorprenderlos en viales no permitidos del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla
Dos agentes medioambientales de la provincia de Burgos han vuelto a sorprender a dos motocicletas circulando por zonas no habilitadas del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla.
Una de las motos carecía de matricula visible y ninguno de los dos motoristas llevaba el DNI. Los hechos ocurrieron en la zona de El Gayubar mientras estos agentes realizaban un control de nidos de alimoche.
Los agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos sorprendieron recientemente a dos motoristas cuando circulaban fuera de viales habilitados dentro del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla. En un principios, solo se pudo interceptar a uno de ellos, ya que el otro huyó de la zona, haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes. Aunque posteriormente, regresó al lugar.
Esta no es la primera vez que ocurre un suceso así. En marzo, ya se denunció a tres conductores, dos de motocicletas y uno de todoterreno, por circular por zonas no habilitadas del parque.
Una de las motos, además, carecía de matrícula visible, su conductor la llevaba en la mochila. Los hechos ocurrieron durante un servicio de control de nidos de alimoche, una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Por otro ello, se han cursado las correspondientes actas de denuncia.
Ley de Patrimonio Natural
Según la Ley de Patrimonio Natural de Castilla y León, solo tienen permitido el tránsito de vehículos a motor sin autorización expresa fuera de viales habilitados, aquellos que sean para labores de vigilancia, investigación, gestión de las explotaciones y aprovechamiento de los recursos, así como por razones de emergencia.
El motivo es que las actividades motorizadas pueden provocar molestias y daños a los valores naturales de este espacio protegido, tanto de la fauna como de la flora silvestres. También pueden suponer un peligro y molestias para senderistas, y producir procesos de erosión como consecuencia de las roderas que se crean sobre las laderas.
El incumplimiento de estas normas se considera una falta grave y puede implicar sanciones administrativas superiores a los 3.000 euros, conforme a la citada ley.
