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La Guardia Civil ha abierto diligencias y ha investigado a un hombre de 64 años de edad como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos. A este hombre se le acusa de esparcir rodenticida de manera no reglamentada y sin autorización.
Los hechos ocurrieron en una localidad del Alfoz de Burgos y se descubrieron porque un particular que paseaba con su perro de tres meses de edad observó cómo la mascota ingería una sustancia rosácea del interior de una bolsa depositada junto a la valla perimetral de una vivienda.
A los pocos minutos el animal presentó síntomas de intoxicación y tuvo que ser tratado de urgencias en una clínica veterinaria. Tras conocer este suceso y temer que no pudiera ser aislado, el Seprona se personó en el lugar y localizó y retiró varias bolsas más de este pesticida que se usa para matar roedores que estaban esparcidas por el suelo. Se abrió una investigación dirigida a conocer el origen y el responsable de esta práctica irresponsable.
En la investigación se pudo conocer que el contenido de las tres bolsas era una sustancia rodenticida cuyo principal activo es muy usado para combatir plagas de roedores, por su eficacia destructiva y alto poder anticoagulante de la sangre.
Las gestiones realizadas permitieron averiguar que el propietario de la vivienda adyacente al lugar donde apareció el raticida fue el responsable de la colocación del veneno, supuestamente para combatir una plaga de topillos que habitan en su jardín. Por esta razón, este varón ha sido investigado como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos.
El cachorro, que sigue bajo tratamiento facultativo, ha podido salvar la vida aunque continúa en observación.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en los Juzgados de la capital burgalesa.
El uso de rodenticidas conlleva ciertos riesgos por lo que, a la hora de utilizarlos, se debe ser responsable y mantener unas debidas garantías de seguridad, por el riesgo que supone para las personas y animales su ingesta e incluso su manipulación.
La principal sustancia activa de los raticidas, aunque hay otras, es la bromadiolona, muy usada para combatir plagas de roedores por el alto poder anticoagulante de la sangre. Son nocivos y pueden provocar la muerte.
Se debe elegir cuidadosamente los lugares donde se depositan estos plaguicidas, alejándolos del alcance de los niños, ya que involuntariamente o jugando pudieran ingerirlos o manipularlos; también para nuestras mascotas y resto de animales.
En el marco del control de plagas, para la colocación de sustancias en lugares públicos que contienen veneno, es necesario personal debidamente autorizado y supervisión bajo ciertas condiciones reglamentarias.
Estas plagas deben ser puestas en conocimiento de las administraciones correspondientes y tratadas por profesionales del sector.
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