La Banda Municipal de Música de Miranda homenajea los 80 años de San Nicolás
La formación musical ha interpretado en la céntrica iglesia un repertorio que combinaba piezas clásicas, cine y un homenaje a las raíces locales
La Banda Municipal de Música de Miranda de Ebro abandona su habitual «templo de las musas», sito en el Teatro Apolo, y se traslada con la música a otra parte, concretamente, a la iglesia de San Nicolás de Bari para rendir homenaje a sus 80 años de vida. Y es que bajo el pretexto de un octogenario aniversario, la Banda de Música ha ofrecido un íntimo concierto en este enclave religioso que ha logrado colgar el cartel de completo.
Con un programa «elegido cuidadosamente para la ocasión», tal y como puntualizaban desde la formación musical, la Banda inundaba con la evocadora fuerza de la música cada rincón de la iglesia e incluso de la calle. Y atraídos por el arte sonoro, numerosos transeúntes se acercaban también a las puertas de un templo abierto de par en par para el deleite de toda la ciudadanía mirandesa.
Un repertorio para San Nicolás
Citadas a las 13:00 horas en la céntrica iglesia mirandesa, numerosas han sido las personas que han acudido a la llamada de un concierto que, bajo la dirección de María del Mar Magán Aparicio, proponía «un recorrido sonoro por piezas que evocan sensibilidad, recogimiento y belleza». Así lo adelantaba la propia formación antes de romper el silencio con 'Rêverie', una pieza de Robert Schumann que ha logrado «sumergir» al público «en el ambiente íntimo y contemplativo» pretendido.
Le ha seguido el 'Largo' de la ópera 'Serse' de Händel, una de las melodías más conocidas del Barroco; y después, una primera audición para la Banda: el conmovedor 'Stabat Mater' de Pergolesi, «un himno que refleja el dolor de María al pie de la cruz». La pureza melódica regresaba a escena con la 'Serenata' de Schubert, antes de ceder el protagonismo al emotivo Intermezzo de 'Cavalleria Rusticana' de Mascagni, una obra esencial del verismo italiano. La propuesta se ampliaba con el medley 'Puccini in Concert', «un arreglo de Hautvast que reúne algunos de los momentos más brillantes del compositor».
A continuación, el cine se abría paso, primero, con el tema principal de 'La lista de Schindler' de John Williams; seguido por el espiritual 'Gabriel's Oboe' de Ennio Morricone, de la banda sonora de 'La Misión'. «Una melodía que ha alcanzado carácter casi sacro por su belleza espiritual», según destacaban desde la formación. Finalmente, la esperanza se transformaba en música con 'La vida es bella', en una versión de André Rieu «llena de luz y optimismo».
La recta final del concierto ha apelado a «las raíces mirandesas». El 'Himno a la Santa Virgen de Altamira' —pieza habitual cada 12 de septiembre, Día de la Patrona— y el 'Himno a San Nicolás de Bari', también en primera audición, compuesto por la flautista de la Banda, María Teresa Díez, con letra de la escritora mirandesa Itxane Méndez, ponían el broche de oro a una mañana musical que ha trascendido su propio contexto. La ovación final podría constituir ese reflejo sincero de la emoción compartida.
