El Centro de Competencias Digitales de Logirail busca nuevos fichajes en Miranda
En torno a una treintena de personas visitaron este lunes las instalaciones del CCD de Miranda de Ebro para conocer la forma de trabajo de una plantilla joven y en expansión
El Centro de Competencias Digitales (CCD) de Logirail abrió, tal y como ya anticipó, las puertas de sus instalaciones mirandesas. Ubicado frente al férreo Toloño, en el polígono de Bayas, el CCD de Miranda de Ebro ofreció este lunes, 26 de junio, su primera jornada de puertas abiertas, que llega tras dos años de actividad.
Bienio en el que medio centenar de trabajadores han ido ocupando las plazas vacantes de una compañía, todavía con hambre de contratación. Así lo verbalizó Francisco Javier Santana, el responsable de los servicios de mantenimiento de Logirail, durante la visita guiada que este lunes aconteció en las instalaciones de la empresa en Miranda de Ebro.
«El 1 de septiembre de 2021 éramos cero personas, ahora somos cincuenta y tenemos la proyección de alcanzar el centenar», declaraba. Y tal vez entre la treintena de personas asistentes a la jornada de puertas abiertas se encuentre algún nuevo fichaje que contribuya a la consecución el objetivo fijado. No en vano, había quienes ya se postulaban como candidatos a ocupar alguna de las plazas vacantes.
La visita guiada, sin duda, constituía la oportunidad perfecta para conocer, de primera mano, el tipo de trabajo que se desarrolla en este centro que muy pronto se quedará pequeño. Es por eso por lo que Logirail ya se prepara para un futurible traslado a las instalaciones de la base de mantenimiento de material remolcado, reconvertidas en oficinas.
La importancia de una plantilla joven y cualificada para Miranda
Pese a su juventud —pues la edad media ronda los treinta años—, la plantilla de Logirail en Miranda ostenta el meritorio honor de garantizar «el funcionamiento de una infraestructura básica del Estado como es el ferrocarril». En concreto, el CCD de la ciudad del Ebro se enfoca en el mantenimiento y en el desarrollo tecnológico «de los sistemas informáticos de gestión, de las plataformas de venta y las aplicaciones móviles» de la firma ferroviaria.
Todo ello, «en un buen ambiente de trabajo» donde los rostros de los empleados y también de las empleadas, que representan el 19 por ciento de la plantilla, no resultan para nada desconocidos. Buena parte son mirandeses o mirandillas que han apostado por construir su particular proyecto profesional en la ciudad que les vio crecer.
De hecho, el 57 por ciento de la plantilla tiene su residencia en Miranda o en alguna población colindante; factor que indudablemente contribuirá a la fijación de población cualificada en Miranda en tanto que el 60 por ciento del personal está en posesión de un título universitario, y el 40 por ciento restante cuenta con un título de Formación Profesional. Pero lejos de desdeñar cualquier tipo de empleo, Santana destacaba el atractivo de la empresa para con su plantilla.
La flexibilidad horaria y los salarios competitivos constituirían el principal atractivo de una empresa en las lindes del País Vasco, donde las remuneraciones suelen ser muy sugestivas. Además, el responsable de los servicios de mantenimiento incidía en la oportunidad real de promoción que brinda Logirail a sus empleados.
«Formamos a quienes buscan su primera oportunidad laboral y, además, tenemos diseñado un plan de desarrollo profesional a tres años para que, poco a poco, vayan evolucionando y mejorando su salario», explicaba. Y precisamente del nivel adquisitivo de sus empleados depende esencialmente el éxito del impacto socioeconómico de la firma que ha atraído «a personas jóvenes que alquilan pisos en Miranda y consumen en Miranda», tal y como sentenciaba Santana.