Miranda guarda cinco minutos de silencio por Ucrania
Solidarizadas con el pueblo Ucraniano, decenas de personas se han congregado frente al Ayuntamiento de Miranda para urgir el final del conflicto bélico iniciado por Rusia
Durante cinco minutos, transcurridos entre las 12:00 y las 12:05 horas, la mirandesa Plaza de España ha permanecido en silencio en apoyo a las víctimas de la invasión rusa de Ucrania.
No en vano, este viernes, 24 de febrero, se cumple justo un año desde que el sonido de las bombas comenzó a sonar en la región del Donbass, ubicada al este de Ucrania. Un sonido que en seguida se hizo patente en el resto del territorio ucraniano, pero al que todavía cuesta acostumbrarse.
Hace un año, tan solo habían transcurrido unas horas desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara el inicio de una invasión que el resto del mundo parecía negarse a creer; y todo, a pesar de que la tensión escalaba desde el 2014, cuando Moscú se anexionó el territorio de Crimea.
Sin embargo, un discurso furibundo del presidente ruso fue suficiente para aterrizar en la realidad de una nueva guerra acaecida en Occidente. El mundo contemplaba atónito un nuevo conflicto bélico que prometía ser fugaz —«una guerra relámpago»—, pero que trescientos sesenta y cinco días después continúa atemorizando a la población ucraniana, con más fuerza si cabe, ante el temor de que Rusia quiera conmemorar este primer aniversario de un modo especial.
Una protesta silenciosa en Miranda
Atendiendo al llamamiento de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Ayuntamiento de Miranda de Ebro ha convocado a la ciudadanía mirandesa a una concentración silenciosa de cinco minutos frente a las puertas del edificio consistorial para «mostrar la solidaridad con la población ucraniana y sus millones de personas desplazadas».
El objetivo principal, según aclaraba en rueda de prensa la propia alcaldesa de la ciudad, Aitana Hernando, residía en «urgir el final del conflicto bélico originado por el presidente ruso contra la nación de Ucrania y el restablecimiento de la paz y la legalidad democrática internacional».
A día de hoy, resulta complicado imaginar la consecución de un objetivo compartido prácticamente por toda la comunidad europea y occidental. Tal vez por eso, decenas de personas han apostado por trasladar su solidaridad silenciosa con un pueblo que enmudeció hace justo un año.
A pesar de que la ausencia de la alcaldesa ha sido notoria, miembros del equipo de Gobierno y de toda la corporación municipal han querido secundar este silencio en memoria de todas las víctimas del conflicto. Un silencio que tan solo se ha visto interrumpido al término de la protesta por los aplausos de quienes se han congregado en la plaza mirandesa.
Cabe recordar que, tras un año de guerra, la cifra de civiles fallecidos como consecuencia de la guerra ya ha superado la barrera de los 8.000, según informaciones de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: un organismo que, además, señala que un año de conflicto también ha causado 13.287 heridos entre la población no militar.