El polígono de Villagonzalo despierta del letargo con nuevas iniciativas
A la espera de la recepción definitiva de las obras de electrificación ya concluidas, el Ayuntamiento ha comenzado a tramitar las primeras licencias para ocupar la ampliación del polígono Los Pedernales
Ha sido un proceso largo, tedioso y plagado de incertidumbres, pero al fin parece verse la luz al final del túnel. La ampliación del polígono industrial Los Pedernales ha despertado del letargo en el que estaba sumida desde hace casi dos décadas ante la falta de suministro eléctrico. Y eso a pesar de que el Ayuntamiento de Villagonzalo aún no ha recepcionado oficialmente las obras de electrificación.
Según explica la alcaldesa, Puri Ortega, ese trámite se está retrasando algo más de lo esperado, pero confía en que se lleve a cabo en las próximas semanas. Sin embargo, lo más importante es que las obras para dotar de suministro eléctrico a las parcelas ya están culminadas y el Ayuntamiento ha comenzado ya a tramitar las primeras licencias para la instalación de empresas.
En concreto, ya se están tramitando tres licencias, incluida una de una empresa ya radicada en el polígono que ha adquirido un terreno colindante para ampliar sus instalaciones.
Se trata, sin duda, de una magnífica noticia para el municipio y para el área industrial del Monte de la Abadesa. No en vano, a pesar de pertenecer a Villagonzalo, el polígono de Los Pedernales se erige como una parte de todo el entorno industrial ubicado a los pies de la A-1 en la entrada a Burgos capital, una situación excepcional dadas sus características.
De hecho, al margen de las tres licencias que ya se están tramitando, Ortega confirma que en los últimos meses ha habido «bastantes» empresas que «han preguntado» por un polígono que ha permanecido vacío durante casi dos décadas.
La ampliación de Los Pedernales comenzó a diseñarse a principios de siglo, y la urbanización terminó de completarse en 2007. Sin embargo, entonces quedó pendiente la electrificación de las parcelas, un proceso que ha tenido que sortear mil y un obstáculos.
El primero, evidentemente, fue el estallido de la crisis financiera, que paralizó mucha actividad empresarial. A ello se añadió el altísimo coste que implicaba la construcción de una subestación eléctrica, primera de las opciones barajadas para electrificar los alrededor de 300.000 metros cuadrados disponibles.
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Finalmente, Iberdrola planteó una alternativa a la subestación diseñando una doble conexión con las redes de alta tensión con un proyecto que tardó en recibir el beneplácito de la Junta y que el Ayuntamiento tuvo que licitar dos veces, al quedar desierto el primer concurso. Para el segundo se dobló el presupuesto y, finalmente, se adjudicó la obra por algo más de 626.000 euros. Los trabajos ya han concluido y están a la espera de que Iberdrola certifique su culminación y dé -nunca mejor dicho- luz verde.
Paralelamente, el Ayuntamiento se ha visto obligado a afrontar la reparación de todos los elementos deteriorados, vandalizados o directamente robados en el polígono durante todos estos años sin actividad. En este sentido, los esfuerzos ahora mismo están centrados en la reposición de arquetas y el Ayuntamiento tiene previsto lanzar en 2026 un «pequeño proyecto» de actualización de algunos elementos, según adelanta la alcaldesa.
En todo caso, el desbloqueo de los 300.000 metros cuadrados de suelo industrial en el alfoz de la capital provincial supone sin duda una gran noticia, habida cuenta del actual -y futuro- déficit de suelo de esta tipología en el entorno de Burgos. Un déficit que espera paliarse también antes de que acabe este año con la finalización de las obras de urbanización del Parque Tecnológico.
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