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El Hereda San Pablo compra la coctelera para la Copa
Los burgaleses, en una segunda parte soberbia, noquea al Juventut y dan un paso de gigante para disputar el torneo del KO
Marchando una copa para el Hereda San Pablo. Las matemáticas aún no dan, pero la victoria de los burgaleses este domingo en la cancha del Juventut encaminó, y mucho, la participación de los de Peñarroya para la Copa del Rey. Otro hito histórico que se asoma a la vuelta de la esquina y que se logró gracias a una segunda parte soberbia, en la que brillaron Omar Cook y Jasiel Rivero. Base y pívot sacaron a relucir su poderío ofensivo para noquear a los catalanes, que pasaron de dominar el encuentro a verse con una diferencia que, por momentos, superó los 20 puntos. El Hereda San Pablo ya prepara la coctelera.
Juventut de Badalona
Bassas (11), Ventura (13), Ribas (7), Brodziansky (6), Birgander (8) -equipo inicial-, Morgan (9), López-Arostegui (9), Dimitrijevic (10), Tomic (5), Dawson (-) y Parra (-).
78
-
95
Hereda San Pablo
Renfroe (5), McFadden (8), Salvó (2), Rivero (25), Kravic (11) -equipo inicial-, Benite (16), Sakho (4), Cook (14), Rabaseda (5), Horton (5), Barrera (-) y Salash (-).
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Paciales: 22-16; 19-21; 18-31; 19-27
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Árbitros: Pérez Pérez, Araña y García González. Eliminaron por cinco faltas personales a Kravic (min. 38).
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Incidencias Partido correspondiente a la jornada 16 disputado sin público en el Palau Olímpic de Badalona.
Demostrando su acierto desde la línea de triple empezó el Juventut. Bassas, ex de los burgaleses, y Ribas daban las primeras collejas desde el perímetro. 6-0 y esto no había hecho más que empezar. Kravic era el único capaz de anotar para el Hereda San Pablo y solapar, de esta forma, el acierto de Pau Ribas. Y el de Bassas, al que no se le ha olvidado aniquilar el aro desde el 6,75.
El acierto desde el triple de los catalanes no era frenado por los castellanos y eso propició una ventaja para los locales de un +8. Necesitaban más rapidez los de Peñarroya para afrontar la defensa del Juventut y metió en cancha a Cook y Benite. Y se notó más su fluidez, por lo menos con un triple de Cook. Aun así, los burgaleses no terminaban de encontrarse cómodos en la pista. 22-16, al final del primer cuarto.
Fue iniciar el siguiente acto y disipar todas las dudas el Hereda San Pablo con los triples de Benite y Cook. Fulminó las dudas y la ventaja de los catalanes para ponerse por primera vez por delante en el marcador. Encontraban el acierto desde el triple los castellanos y Cook quería protagonismo. Y lo necesita, porque cuando se siente imprescindible, no falla. Y eso pasó. En el otro lado de la cancha, Ventura solicitaba y ejecutaba la misma importancia.
A partir de ahí, el intercambio de canastas se produjo en ambos aros. Si el San Pablo se echaba a la corpulenta espalda de Kravic, los catalanes hacían lo propio con Birgander. Qué dominio en el poste bajo de los dos pivots para que la igualdad no se rompiera.
Quien sí se rompió fue Pau Ribas, que abandonó la cancha con rostro de preocupación. Pero esa noticia espoleó a los suyos, que volvieron a la ventaja de seis puntos con Ventura ejerciendo de líder y con Morgan anotando desde todos los ángulos de la cancha. 41-37, al descanso.
Con buenas y malas noticias empezó el tercer cuarto para el Hereda San Pablo. McFadden, Benite y Cook acercaban a los suyos en el marcador, pero Kravic cometía su cuarta personal. Gran contratiempo este para frenar a jugadores como Tomic. El croata seguía a lo suyo y empezaba a castigar también en faltas a Sakho. Pero los burgaleses no querían saber nada de las personales en contra y Cook se agarraba a su acierto para castigar a los catalanes.
Fue en el tercer cuarto cuando se vieron los mejores minutos de los burgaleses. De hecho pasaron de perder de cuatro al descanso a terminar este periodo con un +9. Apoyados en Benite y en una excelsa defensa, los de Peñarroya empezaron su despegue en el marcador. Hasta un +10 consiguieron. Tan solo Dimitrijevic era capaz de frenar el vendaval azulón con sus penetraciones y su visión de juego. 59-68, al final del tercer cuarto.
A ritmo cubano arrancó el último acto. Rivero quería prepararse para la Copa y elaboró un mojito con tres acciones consecutivas que establecieron un +16 y sembró las dudas en los de Durán. Precisamente el técnico del Juventut paraba el encuentro para intentar suturar la sangría.
Y la herida se fue haciendo más grande. Hasta tal punto que el partido se finiquitó cuando faltaban aún ocho minutos. La ventaja se ampliaba hasta los 21 puntos y los minutos se consumían con la confianza de los burgaleses. Rivero sacaba su calidad a relucir. Al igual que Rabaseda, que empieza a entonarse con el paso de los partidos.
Finalmente, los catalanes intentaron maquillar el resultado, pero se quedó en un 78-95. Marchando una copa para el Hereda San Pablo.