Ayala renueva el voto de Burgos a la Virgen y pide «inspiración» para gobernar la ciudad
Además de pedir por la acción de gobierno, la alcaldesa ha tenido en cuenta a colectivos vulnerables, a los jóvenes y a las familias
La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha renovado el voto de la ciudad durante la misa de la celebración de la Asunción de la Virgen. Se trata de una tradición que data de 1494 y que cada año los munícipes renuevan delante del altar de la Catedral de Burgos, coincidiendo con la celebración también de Santa María la Mayor, patrona de la ciudad. La alcaldesa ha tenido una petición especial a la Madre de Dios, y es que ofrezca su «ayuda» para los «proyectos para mejorar la ciudad» y que les dé a sus gobernantes «inspiración».
Ayala ha pedido a la Virgen que Burgos siga siendo «tierra de paz, de acogida, de justicia, de progreso y de respeto». También ha tenido un detalle con los jóvenes para los que ha pedido a María «protección en su caminar y guía en medio de las incertidumbres del presente».
También ha tenido palabras para aquellas personas que se encuentran en situaciones de «dificultad, solas o que atraviesan pruebas que nunca parecen tener fin» y ha rogado para que Santa María, a través de las personas, ofrezca «consuelo, fuerza y el abrazo maternal». No se ha olvidado tampoco de las familias, un núcleo que necesita «cuidado, defensa y fortaleza como núcleo vital de la comunidad».
Y por aquellas personas que sufren la «violencia social, económica, política, doméstica o la bélica»; por los «refugiados, por las víctimas del terrorismo o por los pueblos oprimidos», ha pedido que para todos ellos nunca falte la «dignidad y la esperanza».
A LA ÚLTIMA
Por su parte, el arzobispo de Burgos, monseñor Mario Iceta, ha predicado en la eucaristía los valores del 'Magnificat', que es el canto que entona la Virgen en la visita a su prima Isabel. Unos valores que se resumen en «la entrega y el servicio». Iceta también ha recordado el misterio de la Asunción de Virgen en relación con la liberación del pueblo de Israel, las alegorías a Cristo como sol y a María que es «ejemplo de servicio» porque la Virgen fue, ante todo, «una servidora de Dios».
Una historia de ocho siglos
Según explica el propio Arzobispado de Burgos, la Catedral conmemora cada año el título que el rey Alfonso X El Sabio la atribuyó en el año 1260: «Es esta la iglesia dedicada a Santa María, la mayor de Castilla». La imagen venerada que recibe este título data del siglo XV y, desde 1596, ocupa el espacio central del retablo mayor, justo debajo de la escultura de la Asunción de la Virgen, de Juan de Anchieta, una obra de 1578.