Los secretos de 'Elvis', el «abuelo de Atapuerca» que cambió la idea de la evolución humana
El Museo de la Evolución Humana en Burgos exhibe por primera vez las cinco vértebras lumbares de la pelvis mejor conservada de la prehistoria
Tal vez rondaba los 50. Para aquella época (hace 500.000 años), una edad más que avanzada. «Podríamos decir que es el primer viejo de la Preshistoria, el abuelo de Atapuerca», asegura el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, quien este miércoles ha presentado el montaje que, por primera vez, permite contemplar el costoso ensamblaje de la pelvis y las cinco vértebras lumbares de un tesoro hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca y que desde ahora puede visitarse en la exposición permanente del Museo de la Evolución Humana, en Burgos.
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La institución celebró este miércoles sus primeros 12 años de vida con honores para la columna lumbar de un individuo que superaba el medio siglo de vida, medía cerca de 1,70 metros y pesaba en torno a los 90 kilos.
«Sus vértebras son un catálogo de patologías. Era un varón de movilidad muy reducida, que caminaría con dificultad apoyándose en un bastón», explican los expertos que han estudiado un fósil clave para explicar la evolución de la humanidad.
La pelvis 'Elvis' (bautizada así en honor del rey del rock)fue hallada en los yacimientos de Atapuerca en 1994. Cuatro años después, en un cuadro contiguo de la excavación, se encontraron las cinco vértebras.Juntas conforman un pasaporte al pasado.
«'Elvis' no es la mejor pelvis de la evolución humana, es que es la única», dice Arsuaga. Hay otra con la que compite, la del australopiteco 'Lucy', encontrada en Etiopía y sí, más antigua.
Pero la burgalesa es «más completa y está menos deformada». Esto no solo ha facilitado su estudio, sino que ha ofrecido claves hasta ahora inéditas. «Lo cambió todo. Invirtió por completo las teorías».
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«Hasta entonces –explica Arsuaga– en la evolución humana se conocían dos cilindros. El del 'homo sapiens' (estrecho) y el del neandertal (ancho). Las especulaciones que se manejaban era que el cilindro estrecho era más primitivo y que el de los neandertales ensanchó quizá por razones climáticas, de adaptación al medio. Ahora sabemos que no, que en la evolución humana el cilindro siempre fue ancho hasta que estrechó con la nueva especie del 'homo sapiens'».
Esto se sabe gracias a 'Elvis'. El estudio de esta pelvis permite comprender cómo el 'homo sapiens' se adaptó para favorecer sus movimientos y hacerlos más eficientes desde el punto de vista energético:hacía falta menos consumo de energía para recorrer grandes distancias.
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«Yesto fue posible gracias al estrechamiento de la pelvis», cuenta Arsuaga, quien recuerda que esto convierte al ser humano en una especie «viajera, caminante, peregrina» y explica las razones del dolor en el parto.
La riqueza de esta pieza radica en que no es fácil encontrar pelvis en los yacimientos. «Están hechas de un hueso esponjoso, fino y frágil como una galleta, que se deshace muy pronto».
Ahora, el museo, después de años de investigación y restauración, muestra en su conjunto tanto la pelvis como las vértebras lumbares, una reconstrucción «compleja» por «la asimetría de la propia pelvis y la vértebras».
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Aquel hombre de más de 50 años –el «abuelo de Atapuerca»– tenía artrosis, una degeneración debida al choque de la vértebra lumbar con el sacro, además de espondilitis y síndrome de Baastrup, lo que le provocaba dolor de espalda, dolor en la pierna o el tronco inclinado.
Y otra cosa que sabemos, alguien tan mayor y limitado en la movilidad, debió recibir los cuidados de los suyos, del grupo, lo que lo convertiría en alguien apreciado, querido, ayudado por sus contemporáneos para vivir.
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Uno de los objetivos y sueños del Equipo de Investigación de Atapuerca sería encontrar otra pelvis, a ser posible femenina.
En el acto estuvo presente el Consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, el director científico del MEH, Juan Luis Arsuaga, y la coordinadora del MEH, Aurora Martín.
Santonja destacó el número de visitantes de la exposición permanente del MEH durante sus doce años de vida, más de un millón setecientos mil entradas, que junto a los participantes en las actividades (exposiciones temporales, charlas, talleres…) superan los tres millones y medio de visitas.
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El consejero quiso también hacer constar el esfuerzo por mejorar la exposición permanente durante este tiempo con fósiles originales, lo que requiere de muchos años de trabajo e investigación.
Así se han incorporado entre otros, procedentes de la Sima de los Huesos, el cráneo 4, el pie, y recientemente las vértebras cervicales del cráneo 5, un caso también único en el mundo.
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