Diego y Marta, la tranquilidad de obtener las mejores notas de selectividad en Burgos
Diego Velasco es el artífice de la mejor nota en la EBAU en la provincia | Marta Martínez ha obtenido la mejor calificación final | A los dos les espera un verano tranquilo sin agobios por el acceso a la universidad
Los estudiantes Diego Velasco y Marta Martínez están viviendo unos días extraños, por si no habían tenido suficiente con tener que prepararse para el examen de acceso a la universidad en plena pandemia mundial y desde sus casas. Diego y Marta, ahora, viven días extraños pero bonitos, de felicitaciones constantes, llamadas y también alegría. Marta reconoce que está un poco «abrumada», mientras que Diego apunta que está «asombrado».
Ellos han sido las mejores notas de la EBAU en la provincia de Burgos. Diego, del Instituto Cardenal López de Mendoza, ha obtenido la mejor nota en la EBAU con un 9,875 y la alumna con la mejor calificación final (Bachillerato más EBAU) ha sido Marta, con un 9,894, del Colegio Campolara.
Estos dos estudiantes burgaleses coinciden al reconocer que acabaron los exámenes sabiendo que les habían salido bien pero no esperaban que tanto. No coinciden en las sensaciones previas.
Diego explica que intentó prepararse para la EBAU sin obsesionarse, «como un examen más. Durante el curso te centras en el día a día y las dos últimas semanas sí me dediqué de lleno a la preparación de la EBAU». Marta, por su parte, reconoce que sí se agobió un poco pero, sobre todo, por el no saber, por enfrentarse a esta prueba en una situación tan complicada y con tantos cambios debido a las medidas para frenar la covid-19. «Me agobiaba un poco no saber las fechas, la materia que entraría o cómo serían los exámenes», explica.
Pero ambos reconocen que sus profesores no les han dejado solos en ningún momento, siempre estaban ahí aunque fuera por medios telemáticos. «Los profesores han estado muy pendientes pero aún así es difícil. Lo que en clase te puede llevar una hora, en casa te lleva dos, me resultaba más difícil concentrarme», explica Diego. Por eso, los días que pudo acudir a clases presenciales de preparación de la EBAU no lo dudó y acudió, «al menos cambiabas un poco el lugar de estudio».
Marta también solicitó acudir a clases presenciales a su instituto y apunta que los profesores estaban «muy encima. Al igual que los compañeros que nos hemos ayudado mucho entre todos».
La covid-19 nos ha enseñado que podemos hacer planes, todos los que queramos, pero no solo depende de nosotros que salgan adelante. Pero, en este caso, estos estudiantes burgaleses deben decidir y planear qué quieren estudiar y dónde. Reconocen que con estos resultados en la EBAU están «tranquilos», les costará poco acceder a los estudios que deseen.
En el caso de Diego no tiene exactamente claro lo que estudiará pero se plantea un doble grado de alguna Ingeniería y Administración y Dirección de Empresas. Lo que sí tiene claro es que estudiará en Bilbao. «Me gusta la ciudad y, además, mi familia es de allí», apunta. La nota de acceso no será un problema.
En el caso de Marta, la decisión está tomada, cerrada y asegurada. Estudiará Medicina en la Universidad de Navarra. Al ser una universidad privada la nota no es tan relevante, «me era suficiente con aprobar» pero aporta tranquilidad y confianza. Marta tenía claro desde hace muchos años que lo suyo era la Medicina. «Mi padre y mi hermana son médicos y me animan a ello pero la decisión la he tomado independientemente, siempre me ha atraído», apunta.
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Los planes que se han truncado o que ni siquiera llegaron a existir son esos que en otros años no tan atípicos ni difíciles, con más ilusión preparaban los estudiantes. Esos que se hacían al acabar los exámenes. En el caso de Marta su clase planeaba un viaje a Andalucía que se ha anulado pero, al menos, consiguieron celebrar la graduación. Eso sí, en el patio del colegio, con distancias, mascarillas, sin besos y desinfectando continuamente micrófonos y atriles.
La graduación de Diego tendrá que esperar a septiembre pero la semana que viene ha organizado un viaje con amigos a Santander. «Habíamos hablado en clase de ir a Mallorca al acabar pero con el estado de alarma dejamos de planearlo», explica.
Los alumnos burgaleses han demostrado una gran capacidad de adaptación y superación. Ahora se les debe un verano tranquilo, con diversión, relajación pero sin olvidar la pandemia que les ha marcado uno de los momentos de su vida. Marta, por ejemplo, ha decidido dedicar parte de su verano a ser monitora de un campamento urbano en Burgos.