El grito morado toma las calles de Burgos

Un grito morado ha recorrido las calles de Burgos. La revuelta feminista ha tomado la capital burgalesa en una lucha que ha quedado claro que es transversal. Jóvenes, mayores, hombres, mujeres y personas no binarias se han unido en un grito, la única sociedad posible es feminista.

El morado como color y la igualdad entre géneros como unión. Miles de personas han recorrido las calles de la capital partiendo desde la Plaza del Cid para concluir en la Plaza Mayor. Recorrido que se ha completado en hora y media y durante el cual no han cesado los gritos y cánticos. Todos los participantes reunidos en el centro de Burgos han presenciado una performance con el ya consagrado 'Un violador en mi camino' y se han dejado llevar por las jotas feministas. Las pancartas, en estos casos, demuestran que la imaginación no tiene límites.

La reivindicación es clara y amplia, muchas son las aristas que hay que limar para lograr una sociedad igualitaria. Los burgaleses han reivindicado que se termine con la violencia de género, poner fin a la brecha salarial o a los techos de cristal en las empresas, se ha denunciado la mercantilización del cuerpo de las mujeres, la falta de educación sexual o que el trabajo de cuidados, no pagado, supondría el 15% del PIB nacional. Se ha dejado claro que las mujeres no quieren nada de tutela paternalista, «las ciudades, las calles, también son nuestras».

Cada día es crucial en la lucha por la igualdad pero el 8M se grita más fuerte moleste a quien moleste. Los pequeños gestos de cada uno ayudan pero tristemente llevamos esperando demasiados años a que el Día Internacional de la Mujer sea una celebración y no una reivindicación.

Este 8M ha estado marcado por la polémica gubernamental entorno al anteproyecto de ley de libertad sexual y los debates relativos a la prostitución. A diferencia de los dos años anteriores, este domingo no se ha convocado una huelga feminista, se ha llamado a la movilización y Burgos ha vuelto a responder, aunque con menor afluencia que en 2018 y 2019.

El camino está marcado y claro ahora hay que recorrerlo juntos.