A juicio por exigir sexo a la hija menor de su novia para levantarle los castigos

La Fiscalía de Las Palmas ha pedido la imposición de penas que suman 13 años de prisión a un hombre al que acusa de violar a la hija menor de edad de a que era su pareja sentimental de manera continuada entre 2012 y 2016, a la que obligaba a hacerle felaciones para permitirle salir con sus amigas o, de la misma forma, levantarle los castigos.

El Ministerio Público también acusa al hermano de éste de violar a la misma menor en al menos dos ocasiones entre los años 2013 y 2014, por lo que pide para él 10 años y 10 meses de cárcel, en un juicio que se desarrollará el próximo viernes en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Canarias7, el principal acusado, que contaba entonces con 21 años, inició una relación con la madre de la menor en 2011 y se integró en la unidad familiar. Poco después, habría comenzado a emitir comentarios de connotación sexual hacia la niña, de apenas 10 años, a la que también se habría expuesto de forma deliberada desnudo o en ropa interior.

A medida que pasaba el tiempo, señala la Fiscalía, las conductas se intensificaron. Presuntamente, el acusado obligaba a la menor a realizarle felaciones con el pretexto de levantar castigos impuestos o permitirle actividades sociales como salir con sus amigas. En al menos una ocasión, llegó a introducirle un dedo en la vagina, según la acusación.

La denuncia incluye también a su hermano, que al momento de los hechos tenía 18 años. Según el relato fiscal, este la penetró vaginalmente en dos ocasiones distintas. La primera habría ocurrido durante las navidades de 2013, cuando llevó a la menor a una habitación, la besó y, tras preguntarle si era virgen, le bajó la ropa y consumó la agresión. En una segunda oportunidad, mientras su pareja dormía junto a ellos en el sofá, habría comenzado a tocarla bajo una manta, seguido de una nueva penetración en la cocina de la vivienda.

Los abusos descritos tuvieron, según los informes recogidos por el Ministerio Público, un impacto psicológico severo en la víctima, que comenzó a consumir hachís a los 12 años como mecanismo de evasión. Su rendimiento académico se deterioró gravemente, abandonando los estudios en segundo de la ESO. A los 15 años, decidió dejar el hogar.

Actualmente, la joven presenta un cuadro clínico que incluye síntomas de trastorno por estrés postraumático, ansiedad, depresión, alteraciones somáticas y un sentimiento de culpa persistente por no haber denunciado antes los hechos. Su situación ha afectado de forma significativa su entorno personal y social.

La acusación pública califica los actos imputados al primero de los acusados como constitutivos de un delito continuado de exhibicionismo ante menor de edad y de otro de abuso sexual continuado a menor de 16 años, por los que solicita un total de 13 años de prisión (uno por el primer delito y doce por el segundo). En cuanto al segundo acusado, el hermano, se le atribuye un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, penado con 10 años y 10 meses de prisión, según el marco legal vigente en aquel momento.

Además de las penas privativas de libertad, el Ministerio Fiscal solicita que el primero de los acusados indemnice a la víctima con 80.000 euros por daños morales y que el segundo le abone 40.000 euros por el mismo concepto.

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