Niños en una clase de robótica cumpliendo con las medidas sanitarias

«Nuestros profesores tienen una formación muy buena y están ahora mismo sin trabajar»

La asociación de empresas de servicios de actividades extraescolares (ASAECYL) lamenta que llevan casi un año sin poder trabajar porque Castilla y León es la única comunidad donde están prohibidas las actividades extraescolares

Ruth Rodero

Burgos

Lunes, 25 de enero 2021, 08:05

La pandemia nos ha robado hasta las rutinas más cotidianas. También a los más pequeños, que han visto cómo el coronavirus les impide realizar su actividades favoritas al terminar el colegio. Los deportes y las actividades extraescolares se han visto relegados al último lugar de las prioridades de las autoridades mientras siguen en el anhelo de los niños. El sector reclama que no se olviden de ellos, que les ayuden a enviar un mensaje de optimismo y responsabilidad, aunque no entienden por qué se ven privados de llevar a cabo su actividad.

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Ana Isabel Obregón, la portavoz de la asociación de empresas de servicios de actividades extraescolares (ASAECYL) en Burgos lamenta la situación que están viviendo. Única en el territorio nacional, pues Castilla y León es la única comunidad donde los niños no están realizando estas actividades extraescolares.

«En verano la Junta sacó el plan de la vuelta al colegio. En él decían que los niños podrían hacer las actividades extraescolares siguiendo un protocolo de medidas sanitarias. Pero el 31 de agosto, justo antes de empezar las clases, el presidente de la Junta dijo en una rueda de prensa que se iba a empezar el curso sin actividades extraescolares. No entendimos muy bien por qué, en el resto de comunidades autónomas sí que había extraescolares, creemos que fue una confusión, que se referían a las actividades en las que salen los niños a los bomberos, a ver una obra de teatro... Pero como ya lo habían dicho así empezamos», recuerda Ana Isabel.

La esperanza se fijó entonces en el segundo trimestre, con la llegada del nuevo año y en previsión de que las cosas pudieran estar mejor. Entonces se reunieron con la Consejería de Educación en el mes de noviembre y la respuesta que recibieron a sus peticiones fue que podrían volver «en el segundo trimestre según evolucionase el estado sanitario». «Lo que sí dijeron es que podrían reanudarse las actividades extraescolares deportivas, pero tal y como está el tema nos han dicho que no, que no podemos hacer actividades extraescolares», lamenta.

Saben que con al tercera ola de covid encima será muy complicado volver a los colegios, aunque tienen una nueva reunión pendiente con las autoridades de educación, que les sorprendieron en la primera toma de contacto: «Desconocían bastante lo que son las actividades extraescolares, porque el motivo principal que nos argumentaban para no poder llevarlas a cabo era el tema sanitario, que no tenían a los niños controlados y que en caso de que hubiese algún afectado no podrían hacer bien el seguimiento. Pero realmente las actividades extraescolares son grupos cerrados, sabemos con quiénes están los niños y son grupos bastante más reducidos que en clase. En las actividades extraescolares tenemos como mucho a doce niños».

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Un año en blanco

El sector se acerca al año de paro. Desde marzo de 2020 han visto interrumpida su actividad y con ella los contratos, algo que afecta sobre todo a los más jóvenes. «Ha sido muy duro porque tenemos mucha gente contratada. Gente que suelen ser universitarios recién graduados, que suele ser su primer trabajo, gente que, aunque luego estén un montón de años, esta es su primera experiencia laboral. Todos estos profesores, que tienen una formación muy buena, están ahora mismo sin trabajar», afirma Ana Isabel.

Aquellas empresas que tienen más volumen de trabajo pueden mantener algún trabajador en erte, pero la mayoría permanecen sin contratar. Esto supone unas pérdidas de más del 90%, ninguna empresa alcanza el 10% de facturación del año anterior. «Y ese 10% es porque las propias empresas que hacemos las extraescolares en los colegios tienen algún centro propio y están pudiendo hacer alguna actividad», explica Obregón.

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Esta situación es complicada, máxime cuando existe demanda. «Hay familias y colegios que quieren estas actividades, aunque si nos dejaran ahora, de cara al tercer trimestre, tampoco va a tener mucho sentido, porque las familias ya tienen los horarios de los niños establecidos», afirma.

Las actividades extraescolares se ofertan, habitualmente, durante los meses de mayo y junio o justo al inicio del curso, en septiembre. En esta ocasión, Ana Isabel estima que «hasta septiembre de 2021» no podrán volver a las aulas a enseñar su actividades.

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No les da miedo que las academias les hayan podido comer terreno, aunque «no entienden» por qué ellas sí pueden estar abiertas cuando en sus aulas «sí se juntan niños de diferentes colegios». Sin embargo, tienen claro que las familias «prefieren» que sus hijos hagan estas actividades «en su colegio». «Así es más fácil conciliar. Muchos niños se quedan al comedor y así tienen las actividades después. Además, a los niños les encanta ir a las actividades extraescolares con sus amigos de clase».

A pesar de todas las dificultades, Ana Isabel asegura ser «optimista respecto al curso que viene». «Lo que necesitamos es que haya un clima de optimismo, que la gente vea que esto se va a acabar y que vamos a recuperar poco a poco una vida normal. Lo que estamos pidiendo también a la Junta, a Educación, es que nos ayuden a generar esa confianza en las familias. Que nos ayuden a generar la confianza en que los niños van a poder venir a realizar las actividades, que cumplimos los protocolos sanitarios, somos muy exigentes con ello y estamos acostumbrados porque cada colegio tiene sus protocolos, a los que nos adaptamos. Queremos que confíen en nosotros. Las actividades extraescolares no son un monitor que juega con los niños en el patio del colegio. Somos empresas que estamos dados de alta, toda la gente que contratamos tiene formación reglada y a mayores la que le damos nosotros», afirma con rotundidad.

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Desea que a final de curso la situación sea otra y que el mensaje que llegue a la población sea diferente al que a principio de curso la ministra Celaá lanzó a las familias, «cuando las recomendó que no llevaran a los niños a extraescolares». «Eso genera en las familias miedo y desconfianza», finaliza Ana Isabel.

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