«Queremos seguir cocinando a fuego lento cine, ilusión, personas, paciencia y seguridad»

Los eventos culturales han perdido en 2020 el carácter de reunión pero, ante la falta de ellos se ha demostrado lo importantes que son para la vida personal de cada uno pero también para la vida de una comarca rural en una provincia que sufre el envejecimiento y la despoblación. La Asociación Cultural Sad Hill es un ejemplo. Lleva siéndolo mucho tiempo por su trabajo constante en el que la reinvención ha sido clave y, este año, han hecho frente así a la pandemia de la covid-19, imaginación y ganas de seguir haciendo.

«Este año hemos podido realizar actividades diversas, bien virtuales (desde un concurso de fotografía western desde casa, pasando por una visita virtual al cementerio o una felicitación conjunta con otras asociaciones por el 90 aniversario de Clint Eastwood, hasta colaborar este mes de diciembre con el XX Certamen de Cortos de Salas de los Infantes o incluso haber conseguido un premio de dos meses de conexión gratuita para Silos», enumera Aquilino Molinero, presidente de la asociación. Por un lado están estas actividades virtuales pero también han conseguido organizar actividades presenciales, con la máxima seguridad posible, como «exposiciones de fotografías, grabaciones de programa de televisión y videoclips de grupos de música, señalización de la ruta BFM entre Carazo (Fuerte de Betterville) y el cementerio de Sad Hill (Silos)», explica Molinero.

«El año 2020 nos ha servido a todos para reflexionar sobre las cosas importantes, calmando nuestras vidas en este mundo en el que lo urgente no deja tiempo a lo importante. Es paradójico que una de las «joyas» de la asociación – el cementerio de Sad Hill – jugase un doble papel cultura en un lugar seguro, y en un entorno envidiable como todos conocéis, versus, tabú, todo aquello asociado a morir)», reflexiona el presidente de Sad Hill.

«Tristemente, cabe mencionar dos actividades: una la de inmortalizar a Ennio Morricone con su tumba en el cementerio de Sad Hill y la otra el haber formado parte de esas otras asociaciones/entidades que han donado material sanitario durante la pandemia», recuerda Molinero al hacer repaso de este año marcado por la covid-19.

El comienzo del año siempre se llena de esperanza pero, en este caso, mucho más. Para este 2021, como asociación cultural, quieren seguir cocinando «a fuego lento, que es el ritmo que han marcado y van a marcar las circunstancias, diversos proyectos que tenemos en mente y cuyos ingredientes sean: cine, ilusión, personas, paciencia y seguridad».

Un deseo que tiene sus repercusiones, un deseo que, de cumplirse, seguirá llenando de cultura esta comarca burgalesa y la seguirá poniendo en el mapa mundial.