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Mónica Chicote, gerente de Atención Primaria en Burgos. PCR
Entrevista a Mónica Chicote

«Atención Primaria no dejó de ver patologías que requerían ser vistas de manera presencial»

Mónica chicote, gerente de Atención Primaria en Burgos ·

La pandemia ha monopolizado los nueve primeros meses de Mónica Chicote al frente de la Gerencia de Atención Primaria de Burgos, que tiene otros muchos problemas, como el déficit de médicos de familia y la necesaria reorganización de la atención sanitaria

Lunes, 19 de julio 2021, 08:09

Mónica Chicote llegó a la Gerencia de Atención Primaria de Burgos hace nueve meses, en medio de una pandemia que no parece tener fin. Y precisamente la lucha contra la covid-19 no le ha permitido ni un minuto de descanso. Inauguró su llegada con los cribados masivos, en la ola más agresiva para Burgos hasta el momento. Y de ahí pasó a organizar la también masiva vacunación, que cumplirá su objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño este agosto.

Entremedias, Chicote ha tenido que hacer frente a las críticas por la asistencia telefónica, con denuncias que han acabado archivadas por la Fiscalía. Y, ahora, con una quinta ola más intensa de lo esperado, la gerente trabaja en la reorganización de la Atención Primaria en Burgos, en cómo rebajar la sobrecarga de los sanitarios y, sobre todo, en cómo convertir la provincia en un destino atractivo para garantizar el relevo generacional de los médicos.

-Atención Primaria vive un momento agridulce. Dulce, porque ha sacado músculo con los cribados y, sobre todo, con la campaña de vacunación. Y más agrio porque con la pandemia se han puesto en evidencia las carencias del sistema sanitario. ¿Qué hemos aprendido de estos 14 meses de lucha contra la covid-19?

Es cierto que la covid-19 ha sacado las costuras desconocidas del sistema sanitario y no solo de Atención Primaria. En Primaria se partía de una base bastante precaria, pero tenemos unos profesionales de una calidad inmensa, con una capacidad de trabajo impresionante, lo que ha hecho que esas deficiencias puedan ser paliadas de forma parcial durante todos estos meses. Hemos aprendido muchísimo, los profesionales, los gestores, la población... todos. En Atención Primaria hemos sacado muchos avances tecnológicos, a la hora de gestionar las consultas, hemos demostrado la plasticidad de los profesionales. Factores negativos, que con las deficiencias en Atención Primaria no hemos tenido suficientes herramientas para afrontar la pandemia de la manera que nos hubiera gustado. Hemos sacado adelante toda la labor asistencial que necesitábamos, pero evidentemente hemos tenido que dejar parte de nuestras funciones porque no se podía abarcar todo y era prioritario la covid) Y aprender de esta pandemia para solventar las próximas que nos vengan y todas las necesidades que tienen nuestros pacientes y nuestros profesionales.

-Dice que no han contado con las herramientas que les hubiera gustado contar, ¿a qué se refiere exactamente?

A mí me hubiera gustado haber tenido una mayor capacidad económica dedicada a la Atención Primaria para poder contar con una tecnología más avanzada, que generara mayor capacidad diagnóstica y que pudiéramos resolver más cuestiones desde Primaria. Una infraestructura a través de centros de salud que hubiera permitido un mejor circuito en las consultas, que hubiera espacio suficiente. Nos hemos encontrado con espacios muy reducidos, centros de salud que si hubieran sido más grandes habrían facilitado el trabajo.

-Ese es el motivo por el cual se ha restringido el acceso de pacientes a los centros de salud, se han cerrado consultorios durante la pandemia, porque no se disponía de espacios para poder atender con garantías a los pacientes

Había centros de salud y consultorios en los que lo teníamos más fácil y la organización se ha podido hacer con un doble circuito, pero en aquellos en los que no se podía asegurar este doble circuito hemos tenido que adaptarnos a la situación y organizarnos de otra manera. Evidentemente, a los pacientes se les ha asistido cuando han tenido alguna necesidad, pero urgía una organización diferente para proteger tanto a pacientes como a profesionales.

«Pretendemos optimizar el tiempo de los profesionales, que no se invierta en recorrido y se pueda ver al mayor número de pacientes»

-Ahora tenemos un modelo mixto, de consulta presencial a demanda del paciente y atención telefónica. ¿Qué tal está funcionando ahora?

Fantásticamente bien, si no hubiera sido porque ha venido esta quinta ola a dar marcha atrás a todos los proyectos de avance en la patología no covid en Atención Primaria. Nos hemos dado cuenta de que la consulta no presencial ha sido muy bien aceptada por los pacientes, sobre todo por los jóvenes, que requieren de una asistencia no presencial (más burocrática). Ha hecho que la consulta presencial se gestione mucho mejor porque hay más tiempo. Sabíamos que dar la oportunidad al paciente de poder coger cita presencial iba a mejorar la satisfacción de la población y ha hecho que se organice mejor el trabajo en Primaria. Cuando no había esa posibilidad, se estaba duplicando el trabajo. Se tenía que llamar, para luego citarles. Estamos trabajando en una nueva organización de las agendas. Los facultativos y enfermeras tienen que organizar sus agendas y comenzar con consultas programadas para el control de pacientes crónicos, hipertensos, diabéticos... que aunque sí se han estado viendo, no en el porcentaje que hubiéramos deseado.

-¿La atención telemática ha venido a quedarse, como complemento a la presencial?

Sí, sí. La consulta telemática abarca muchas más actividades además de la consulta telefónica. Nos va a facilitar mucho la accesibilidad, a aquellos pacientes que tienen difícil acudir al profesional, pacientes que con una consulta telemática pueden resolver su problema. Nos va a facilitar la interconexión con los profesionales del hospital para poder resolver cuestiones de los pacientes y realizar sesiones clínicas entre nosotros... Viene para quedarse y hay un proyecto muy ambicioso de telepresencia y cuya implantación esperamos hacerla en breve.

-Supongo que, entre las enseñanzas, también que la asistencia telefónica tiene un campo de actuación muy limitado, que no se cura por teléfono. Llevamos meses escuchando quejas de pacientes que se han sentido abandonas durante la pandemia, que no han sido recibidos por los médicos. Algunos han acudido incluso a los tribunales por negligencia. ¿Ha habido suficiente vigilancia en Atención Primaria para garantizar que, durante esos meses de pandemia, se atendía de manera adecuada a los pacientes?

La consulta telefónica vino de forma súbita, sin una preparación adecuada por parte de nadie, pero hubo que hacerla. Posteriormente, y de forma progresiva, se fue dando formación a los profesionales para que pudieran hacerla de forma segura, eficiente y dentro del marco legal. Ahora, nuestros profesionales saben perfectamente dónde tienen que implantar esa consulta telefónica. Y quiero entender que siempre que ha sido necesario ver al paciente, después de una consulta telefónica, se le ha visto. Entiendo la sensación de inquietud entre la población cuando hay un cambio tan radical y hubo que instaurar la consulta telefónica como filtro. Pero ha sido un paso previo para que aquel paciente que necesitara verse se pudiera llegar a ver con seguridad y resolver de forma telefónica aquellas consultas que no lo precisaran. Aquellas patologías que requerían ser vistas y valoradas no se dejaron de ver en Atención Primaria de manera presencial.

Chicote llegó a la Gerencia de Burgos hace nueve meses. PCR

-De todos modos, ha habido médicos que han sido mucho más reticentes a ver a los pacientes. Lo han dicho los propios afectados, que han tenido que forzar consultas presenciales. Y tenemos las denuncias de esas familias en Burgos que, aseguran, sus familiares enfermaron y murieron en pandemia sin que prácticamente les hubiera visto un médico. ¿Qué les decimos a ellos?

Entiendo que cuando ha habido una evolución negativa en paciente y un mal resultado, las familias no perciban una atención satisfactoria. Los que han ido a Fiscalía, esta se ha pronunciado, se han cerrado los casos y se ha podido demostrar que esas consultas también se hicieron de forma presencial. Yo no voy a decir nada cuando la Fiscalía ya se ha pronunciado. Nosotros proporcionamos todos los datos que la Fiscalía nos pidió, fuimos totalmente transparente y hemos colaborado con la Justicia.

-¿Cuando han ido saltando las denuncias, desde la Gerencia se han puesto en contacto con los médicos afectados para conocer de primera mano cómo fue el caso y cómo se sienten ellos?

Por supuesto. Estas cuestiones son muy delicadas y afectan a la familia y a los profesionales de forma muy importante. Tienes que hacer un seguimiento de la evolución de estos procesos. Desde luego, hemos preguntado a nuestros profesionales qué es lo que pasó, se les pide un informe por escrito y hemos hecho un seguimiento porque se quedan afectados.

-¿Y tampoco desde Primaria se ha encontrado ningún tipo de actuación negligente, ningún motivo de apertura de expediente o sanción?

En el momento en el que entra la Fiscalía, le damos todos los datos y es ella la que se pronuncia.

-Hablaba al principio del compromiso y la capacidad de trabajo de los profesionales de Primaria y, recientemente, los médicos ha vuelto a levantar la voz por la sobrecarga de trabajo. Dicen que les crecen las agendas y que es inasumible. ¿Qué se está haciendo desde Primaria para mejorar la situación?

Esta Gerencia está preocupadísima por la situación que están viviendo los profesionales. Cada vez hay mayor sobrecarga, en un momento en el que se está trabajando en una organización diferente de las consultas, que genera siempre un trabajo a mayores. Cuando están asumiendo esta responsabilidad, viene una quinta ola. Y con un crecimiento exponencial. Atención Primaria tiene objetivos muy claros para intentar organizar esas consultas. Lo primero es una modificación de las agendas para que sean más ordenadas. Y estamos implantando la gestión compartida de la demanda entre el médico y la enfermera, de tal modo que la enfermera vea la patología para la que está capacitada y, posteriormente, si es necesario, el médico.

Por otro lado, desde que tenemos la quinta ola, hemos intentado que el estudio de los contactos se saque fuera del centro de salud para quitarles la carga asistencial. Evidentemente, el paciente que requiere una consulta por infección covid hay que verle. Los cribados que hacemos desde la Gerencia es una manera de descarga. La vacunación la hemos sacado mayoritariamente del centro de salud para descargarles. Todo esto entra en una reorganización de la Atención Primaria para optimizar los recursos que tenemos, pero es cierto que hay muchísima presión asistencial. Y la respuesta de los centros de salud, pese a que están cansados, está siendo muy positiva. Siempre hay resistencias al cambio. No tenemos sustitutos. Este año no tenemos ningún recurso en bolsa en estos momentos, ni de medicina ni de enfermería, así que nos toca organizar con los recursos disponibles. Y una sobrecarga laboral no se palía pagando más a los profesionales. La Consejería de Sanidad y la Gerencia tienen una forma de remunerar los doblajes y las acumulaciones de horas, pero no nos podemos salir de la legalidad.

«Una sobrecarga laboral no se palía pagando más a los profesionales»

-Hablaba de que hay profesionales que se resisten al cambio pero están denunciando agendas de hasta un centenar de pacientes

No he podido comprobar que haya agendas de cien, no las he visto. Sí que hay aumento de la presión asistencial, que no la tiene solo el profesional. No me consta que haya ninguna con cien pacientes.

-Me habla constantemente de reorganizar la Atención Primaria. En Burgos, tenemos una red de centros de salud y consultorios muy amplia, tenemos problemas para cubrir las plazas. ¿Cuál debe ser la reorganización? ¿Una opción viable sería concentrar la atención en los centros de salud y cerrar consultorios?

La reorganización tiene que pasar por un estudio muy exhaustivo de cada zona básica de salud y los recursos que tenemos. Lo que puedo asegurar es que la asistencia sanitaria se tiene que dar y se da. Con los recursos que tenemos, las jubilaciones y un ratio en Castilla y León de más médicos que en otras comunidades, si no organizamos para hacer una asistencia sanitaria justa y equitativa, ella solita se va a poner. Lo que tenemos que hacer es garantizar cubrir las necesidades asistenciales, llegar a todos los sitios, de la mejor manera posible, con la mayor tecnología posible, y en los sitios más adecuados. No solamente llegar, sino llegar con calidad. Eso es prioritario.

-¿Y en ese modelo encajaría el obligar a los pacientes a que se trasladen al centro de salud, en lugar de tener un médico de proximidad?

Le voy a hacer una reflexión. Tal como están ahora las comunicaciones por carretera, si un paciente tiene la posibilidad de poderse trasladar a un centro de salud o consultorio local totalmente dotado para poderle hacer todas las pruebas diagnósticas que precise y una atención conjunta de médico, enfermera o el profesional que requiera, en un tiempo récord, conectado a la red informática para poder ver su historia clínica... no será mejor verle ahí que ir a un consultorio local que, en el mejor de los casos, lo único que tenemos en un fonendoscopio. Aquel paciente que no pueda acudir, evidentemente se va a desplazar el médico y la enfermera, tantas veces como lo precise. Lo que pretendemos es optimizar el tiempo de los profesionales. Que el tiempo no se invierta en recorrido y que se pueda ver al mayor número de pacientes.

-¿Cuál es la plantilla de médicos en Burgos y cómo está cubierta?

La plantilla orgánica, no solo médicos, son 1.191 profesionales. Tenemos 248 médicos estatutarios, 79 de funcionarios y 90 plazas de médicos de área (31 de ellas sin cubrir porque está sobreestimada y se van a reconvertir). Esta es la plantilla orgánica en Burgos pero las vacantes que tenemos son cuatro en la provincia, ahora mismo. Una en Villarcayo, dos en Miranda y una en Aranda Sur.

-¿No ha sido posible cubrirlas con los últimos MIR?

De los siete que salían este año, hemos podido captar seis en Burgos. Es una cifra muy satisfactoria porque suele haber más fuga de residentes, pero en esta ocasión podemos estar estar muy contentos. De hecho, uno de ellos ha venido desde fuera. El trabajo que se ha hecho desde Gerencia, de acompañamiento, de formación, de ofrecerles los mejores contratos que podíamos (de estabilidad, de hasta tres años, que no interfieren en las oposiciones), nos hace estar muy contentos. Pero, evidentemente, hay un desequilibrio entre el número de jubilaciones y el número de residentes.

Chicote insiste en que la relajación en el uso de la mascarilla ha relajado otras restricciones. PCr

-¿Cuántas son las jubilaciones previstas para este año?

Para poner los pelos de punta. Es una de las cuestiones que a mí, como gerente, me quita el sueño. Y desde antes de ser gerente. Cuando era vocal del Colegio de Médicos, ya exponíamos la problemática de las jubilaciones en la provincia de Burgos. En estos momentos, tenemos 37 jubilaciones previstas. Y este dato escalofriante puedo convertirlo en un dato de sonrisa parcial porque hemos conseguido que 18 de esos 37 facultativos se queden. Y tengo que agradecerles su compromiso profesional, que hace que disminuyan los problemas de recursos humanos. Y más en estos momentos con la pandemia, que ha venido a sobrecargar a los profesionales que podían haber tomado la decisión de dejar el puesto y, sin embargo, se quedan con nosotros. De los 37, once se nos han jubilado ya y el resto, estamos pendientes de saber qué van a decidir.

-Pero la solución al problema no es conseguir que se queden los que pueden jubilarse, sino que haya relevo generacional. ¿Desde la Junta se está haciendo algo para garantizarlo?

El problema nos lo hemos encontrado y, como no podemos llorar por la leche derramada sino poner soluciones, Sanidad ha defendido siempre la formación vía MIR y se ha impulsado. Hemos pasado de diez y nueve MIR (que salen este 2021 y en 2022) a 38 MIR en próximos años. Y este año daremos la bienvenida a 41 en Burgos. Como vocal del Colegio de Médicos fui parte activa de la información a Sanidad sobre el problema de recursos humanos que teníamos en Burgos y con esa responsabilidad ahora, desde aquí, me toca gestionar que los residentes vengan, se formen de la mejor manera posible y se queden, como este año. Además, Burgos es la unidad docente que más EIR (enfermero residente) está formando en toda España, un impulso reclamado desde aquí. Este año entran 22 residentes de enfermería.

-Enfermería es la que está soportando toda la vacunación, ¿la campaña ha sido la adecuada? ¿están satisfechos?

Estamos muy contentos y con el seguimiento, a pies juntillas, de la estrategia del Ministerio de Sanidad y la Junta. Somos la tercera comunidad que mejor está realizando la vacunación en toda España.

-Pese a lo que nos quejamos los usuarios

Quejas siempre tiene que haber, pero con los datos en la mano estamos entre las tres comunidades que mejor están llevando la estrategia de vacunación y el porcentaje de vacunación.

-Hemos superado el 50% de la población con la pauta completa, más del 60% con al menos una dosis. ¿Cumpliremos en agosto el objetivo de la inmunidad de rebaño en Burgos?

Sí, si los laboratorios nos mandan vacunas. Esta semana bajamos hasta los 27 años y esperemos que durante el mes de agosto se haga toda la vacunación de la gente joven. Nosotros hacemos previsiones y cuando nos llegan las vacunas, todas las gestionamos, las organizamos y las inoculamos.

-¿Se está notando el verano, las vacaciones, en la afluencia de gente a vacunarse?

Es un comportamiento diferente por parte de la población. Sí se que se nota que en las convocatorias masivas viene un porcentaje menor de población de la franja etaria. Hemos cambiado, ya no vacunamos año por año sino en un intervalo mayor en previsión de que venga menos gente, pero en la repesca siempre captamos. Estamos haciendo muchas repescas para que quien esté de vacaciones esta semana pueda hacerlo la siguiente.

«Esperemos que durante el mes de agosto se haga toda la vacunación de la gente joven»

-¿Esperaban una quinta ola con la intensidad con la que ha llegado?

Sabíamos que en el momento en el que hubiera una relajación de las medidas podía haber una quinta ola, pero más pequeña. Yo relaciono de forma muy directa la relajación del uso de la mascarilla, las reuniones, la relajación de la distancia social. Y luego la variante. En estos momentos está disminuyendo la variante británica y está aumentando la india y la sudafricana, que tienen un alto grado de contagiosidad. A mayores de la retirada de la mascarilla, que es una retirada física y emocional y, a mi entender, ha generado una relajación de la población. Esperemos que esta ola, que no esperábamos con un ascenso tan exponencial, evolucione de forma positiva en poco tiempo.

El mensaje fundamental es para la población joven, que ha mantenido responsablemente las medidas de protección, con las ganas que tienen de disfrutar y vivir, pero nos han dado una lección. Les pido que continúen así porque no solo tienen que pensar en ellos, sino en todos los familiares que no están vacunados, que solo tienen una dosis y los mayores, que aunque estén vacunados, no previene al cien por cien la infección. Además, en Burgos tenemos más de 50.000 jóvenes entre 14 y 29 años y, según un estudio del Instituto de Salud Carlos III, uno de cada 100 jóvenes entre 10 y 30 años requerirá de hospitalización; uno de cada 2.000 requerirá de un ingreso en UCI y 1 de cada 15.000 puede fallecer. Si somos más de 50.000, eso significa que en esta quinta ola podemos tener tres decesos de jóvenes, 25 ingresos en UCI y 50 en hospital. No son pocos casos.

-Tal vez es que hemos estando lanzando mensajes de que, como son la población menos vulnerable, la pandemia no iba con los jóvenes directamente

Han acabado el curso, se ha permitido relajar las medidas, es verano, la situación epidemiológica estaba mejor. Es un compendio de factores. Ante la responsabilidad que han demostrado estos meses tienen que hacer una reflexión sobre los datos del Instituto Carlos III y en la protección a nuestros mayores.

-¿Están respondiendo a los cribados, los rastreos, las llamadas de contacto?

Sí, sí. El cribado selectivo que hicimos el 9 de julio, en el que esperábamos un 10% de la población joven de Burgos capital, ha sobrepasado ese porcentaje. Vinieron casi 4.000 jóvenes cuando en Burgos hay alrededor de 28.000. Y aunque estaba abierto a toda la provincia, vinieron del alfoz pero no de poblaciones más alejadas. Por lo tanto, podemos hacer una estimación aproximada sobre 29.000 jóvenes, y un 10 por ciento son 2.900 y vinieron mil jóvenes más. Han venido más de lo previsto y están respondiendo muy bien al estudio de contactos.

-¿Cómo debemos afrontar este verano?

Si comparamos esta época con las guerras mundiales, la Guerra Civil, hambrunas y todos los problemas que hemos pasado en este país durante el siglo pasado, el que ahora nos tengamos que poner una mascarilla, lavar las manos de forma habitual o guardar distancia de seguridad creo que podemos hacerlo perfectamente. Y las medidas deben de pasar por la responsabilidad individual, prevenir los contactos con mucha gente, si se hace que sea al aire libre, evitar las masificaciones, ventilar. No creo que nos estén pidiendo tanto. Es mejor ser un poco cauto pues, aún con estas medidas, podemos hacer una vida normal.

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