Burgos consigue bajar de los 1.000 casos de incidencia acumulada
Esta cifra es la que la Junta de Castilla y León utiliza para decretar o levantar las restricciones sanitarias
25 días ha tardado la provincia de Burgos en volver a bajar de los 1.000 casos de incidencia acumulada, dato que ha dejado atrás este 4 de agosto al registrar una incidencia a 14 días de 974,42 casos por 100.000 habitantes.
El incremento de contagios que empezó con la llegada del mes de julio provocó que el dato de incidencia acumulada a 14 días, cifra que la Junta de Castilla y León toma como referencia para establecer nuevas medidas restrictivas, también comenzase a aumentar a gran velocidad.
Y es que el 1 de julio la incidencia era de 159 y el riesgo de la provincia 'alto'. Ese primer día de julio se declararon 110 casos positivos nuevos, la cifra de contagios no sobrepasaba el centenar desde el 7 de mayo y era el primer aviso de que la pandemia volvía a pasar de manera descontrolada por Burgos.
A partir de ese día ambas cifras han ido de la mano y en aumento. Apenas una semana después del comienzo del mes, el 7 de julio, la incidencia acumulada se situaba en los 629,39 casos por 100.000 habitantes y el nivel de riesgo de la provincia ya se encontraba en 'muy alto'. Ese 7 de julio el número de nuevos diagnósticos era de 411 y Burgos registraba un nuevo fallecido a causa de la covid-19.
El 10 de julio el número de nuevos contagios se disparaba hasta los 886 y esto provocaba que la incidencia acumulada (IA) superase los mil casos por 100.000 habitantes, en concreto la Junta comunicó una IA 1.030,34. Desde entonces, Burgos siempre ha estado por encima de los 1.000 casos.
La cifra más alta registrada en el mes de julio fue el día 19 de julio, cuando esta tasa se encontraba en 1.671,75 casos por 100.000 habitantes. Pero esta cifra del 19 de julio no solo es el récord del mes y de la quinta ola, es la tasa de incidencia acumulada a 14 días más alta desde que la Junta ofrece este registro desde noviembre de 2020.
Tras la escalada vertiginosa de esta cifra, con el número de contagios al alza y los hospitales aguantando el tirón, llegó la estabilización. Hasta el 22 de julio la IA estuvo por encima de 1.600, pero con el descenso del número de nuevos casos llegó también el lento descenso de la incidencia acumulada.
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En la última semana los nuevos contagios no han llegado a la cifra de 300 diarios, lo que ha ayudado a que la incidencia vaya disminuyendo hasta llegar a este miércoles, en la que después de 25 días baja de los 1000.
Sin embargo, y aunque la incidencia y el número de positivos parecen haber empezado a bajar, las muertes se han convertido en un goteo continuo, afectando incluso a los usuarios de las residencias de mayores.
La experiencia tras cinco olas indica que tras el aumento de casos y hospitalizaciones en poco tiempo deja después, cuando estas cifras comienzan a disminuir, el aumento de ingresos en UCI y de los decesos provocados por la infección.
Según las cifras de incidencia la quinta ola comienza a remitir, pero los estragos provocados todavía dejarán huella durante un tiempo.