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Parcela sin sembrar en la provincia de Valladolid SC
Las lluvias retrasan un mes el final de la siembra de girasol y cultivos de regadío
Somos Campo

Las lluvias retrasan un mes el final de la siembra de girasol y cultivos de regadío

Los agricultores esperan que el tiempo conceda una tregua después del fin de semana, para terminar las labores

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Jueves, 8 de mayo 2025, 22:45

Las lluvias, que han sido constantes en el último mes y medio, han retrasado alrededor de un mes el final de la siembra del girasol y de los cultivos de regadío en Castilla y León. La vista sigue puesta todavía en las próximas precipitaciones que se anuncian para este fin de semana. Una vez pasen estos días, los agricultores esperan que el cielo por fin dé la tregua necesaria para rematar unas tareas que se están extendiendo demasiado en el tiempo.

Las labores, apuntan los profesionales, se están ejecutando de forma muy espaciada y terminarán mucho más tarde que en un año normal. En principio, se están viendo afectados el cultivo de girasol y también remolacha, maíz y patatas. Los agricultores coinciden en que la llegada del agua no es negativa para el campo en general, que el aspecto visual es muy positivo, pero obstaculiza estas labores de siembra que, en muchos casos, se están realizando de forma intermitente.

«El campo va por partes. Las lluvias que hemos tenido todo el mes de abril y que estamos teniendo ahora en el mes de mayo da agua para estos días, han venido muy bien para el pasto y los forrajes para el sector ganadero, para todo lo que son los secanos, sembrados en noviembre y en diciembre. Todo lo que es tener agua, garantiza la campaña de riego, pero nos retrasa la siembra de girasol en secano y las siembras de patatas, remolacha y maíz», detalla el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo. En esta línea, confirma que el retraso «es evidente» y se produce en todos los cultivos de esta época, al precisar que «en abril tenía que estar todo sembrado ya».

Esta situación la confirma también Pedro Pablo Ballesteros, agricultor de Toro (Zamora), quien incide que la siembra «va muy retrasada y, en muchos campos de esta zona no creas que se puede entrar a hacer las labores todavía». En este sentido, afirma que «hay zonas que drenan mejor y se ha podido hacer algo, pero en otras hay que esperar, hay problemas para entrar en muchas fincas».

En lo que se refiera a la provincia de Valladolid, Luis Alberto Nebreda, agricultor de la zona del Canal de Pisuerga, se mantiene en el mismo posicionamiento que sus compañeros. En concreto, alude a que «se están retrasados todas las labores que se están haciendo, y también la siembra de cultivos, quizás aquí el maíz está el más retrasado de todos, la remolacha está casi toda ya». En cualquier caso, defiende que las precipitaciones son siempre «un mal menor», argumentando a que la caída de agua es «positiva», aunque «provoca estos inconvenientes».

Dujo precisa que, a partir de ahora, lo deseable es la lluvia conceda una tregua y «nos deje trabajar el mes de mayo para acabar todas esas siembras». A partir de ahí, lo que se necesita es que «no vengan calores intensos, que finales de mayo y principios de junio caiga agua, sin piedra ni granizo, para terminar el año agrícola en los secanos, y poder así tener una buena cosecha».

Cereal

En lo que se refiere a los cultivos de secano, el responsable regional de Asaja considera que las lluvias han sido positivas para el cereal y, en general, hay un «buen desarrollo». Pedro Pablo Ballesteros comparte planteamiento al considerar que el agua «mejor no puede venir» para las parcelas de secado de la comunidad. Por su parte, Luis Alberto Nebreda apunta a que, en esta época, se están realizando las labores fúngicas en los cultivos de cereales, «se están haciendo ya, un poco de forma apurada en algunas parcelas». Por otra parte, el agricultor alude a que las últimas tormentas y el exceso de agua en la zona de Valladolid, han provocado algún «encamado» de cereales, que «ahora tan pronto es problemático».

A pesar de que la cosecha de cereal, de momento, pinta bien Donaciano Dujo pone el foco de atención en «la vergüenza» del precio que se está valorando en el mercado. «Con lo caros que hemos pagado los costes, principalmente los fertilizantes, los fitosanitarios, los repuestos, la maquinaria y el gasóleo. Los costes se van a 700 u 800 euros por hectárea, mientras que el precio de venta va cada vez más para abajo», lamenta. Al respecto, indica que «desgraciadamente», si el mercado no cambia, el agricultor se llevará la peor parte. «Nosotros vamos a cosechar, pero otros van a hacer el agosto con nuestra cereal que le van a comprar a bajo precio y van a tener buena rentabilidad», concluye.

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