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Reconocimiento facial: 'Gran Hermano' en Londres, una capital vigilada y cuestionada por los expertos en materia de privacidad

'Gran Hermano' en Londres: una capital hipervigilada

El polémico reconocimiento facial -una tecnología cuestionada por los expertos en materia de privacidad- llega tras el 'brexit'. Ocho de las diez urbes más videovigiladas del mundo están en China. Madrid, en el 'top 10' de Europa

Isaac Asenjo

Madrid

Lunes, 3 de febrero 2020

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¡Sonría, le están filmando! En China prefieren la seguridad a la privacidad. Para lo segundo es mejor quedarse en casa. Y es que ocho de las diez urbes más 'orwellianas' del planeta están allí. Una inquietante apuesta que hace que cientos de millones de cámaras monitoricen a los alumnos en clase, a quienes cruzan en rojo un paso de peatones o detectar malhechores. Un futuro imaginario expuesto hace 70 años por George Orwell en '1984' que se encuentra a la orden del día.

El dudoso honor de ser la ciudad con más cámaras del mundo es Chongqing. Un extenso municipio en el sureste de China, con una población urbana de más de 15 millones de personas. Allí existen más de dos millones y medio de cámaras, una para cada seis habitantes. 40 veces más que en Madrid. Nadie 'espía' tanto como el gigante asiático.

A usted le observan. Y si lee este texto desde Madrid, más aún. En la capital española hay 4 cámaras por cada mil habitantes, con lo que la urbe se encuentra en el 'top 10' de las ciudades más videovigiladas de la Unión Europea, según un informe de la consultora británica Comparitech. De acuerdo con el ranking de Comparitech, sólo Londres, Berlín, Varsovia y Viena tienen más cámaras por persona. Los investigadores han recopilado datos provenientes de informes (incluidos gubernamentales), páginas web de cuerpos de policía y artículos de noticias para hacerse a la idea de cuántas cámaras de vigilancia hay en las ciudades de todo el mundo. Éstos se han enfocado en las cámaras CCTV utilizadas por entidades gubernamentales, como en el caso de la policía.

La tecnología y la creciente demanda de la seguridad ha hecho que estemos todos bajo vigilancia y que cada vez haya más cámaras repartidas por las calles del mundo. Actualmente son más económicas que antes y ofrecen una calidad infinitamente superior, lo que, junto al reconocimiento facial, puede someter a los ciudadanos a un control que nunca se había dado hasta ahora. Cabe recordar que las leyes comunitarias prohíben el uso de datos biométricos sin consentimiento y tras el divorcio con la UE, Londres será la primera ciudad europea en utilizar esta polémica tecnología. El objetivo según la policía de Londres, Metropolitan Police Service (MET), será identificar a delincuentes en las calles de la ciudad y combatir el crimen.

El objetivo según la policía de Londres, Metropolitan Police Service (MET), será identificar a delincuentes en las calles de la ciudad y combatir el crimen

Ha sido a través de un comunicado donde la Policía de Londres (Inglaterra) ha explicado la implantación de la tecnología LFR para facilitar su trabajo. Será un complemento para que los agentes localicen a los criminales, y se centrarán en pequeñas áreas para analizar a los viandantes.

Estas cámaras se implementarán en determinadas localizaciones distribuidas por la ciudad con el fin de combatir la violencia, el crimen más grave, la explotación infantil y los ataques con cuchillos y armas de fuego que han aumentado en los últimos años, según Statista, hasta alcanzar una tasa de criminalidad de 95,99 crímenes cometidos por cada mil personas en 2019. Con la introducción de esta tecnología no se pretende acabar con la tradicional vigilancia policial, sino que funcionará como una herramienta complementaria que dará un aviso al agente para informarle de que la persona que busca podría estar en un determinado lugar. «Esta tecnología no clasifica unívocamente a las personas, es una ayuda al operativo para esclarecer incidentes y agilizar la búsqueda», explica Cristóbal Martín, responsable de Avigilon -la empresa norteamericana que fabrica cámaras con 'software' de IA.

«Esta tecnología no clasifica unívocamente a las personas, es una ayuda al operativo para esclarecer incidentes y agilizar la búsqueda»

Cristóbal Martín, responsable de Avigilon

Las cámaras se colocarán en los puntos donde haya más probabilidades de localizar a a los delincuentes más peligrosos, y cada patrulla tendrá una lista de observación donde aparecen los delincuentes más buscados. El proyecto -que se lanzará dentro de un mes- será capaz de hacer esta identificación de caras en directo. Procesan las imágenes de rostros que pasan por las calles y detectan en tiempo real si alguna de ellas coincide con la lista que tienen almacenada.

Libertades civiles

El uso de estos sistemas de reconocimiento facial en las calles de las ciudades está rodeado de polémica. «El uso del reconocimiento facial para monitorizar ciudadanos de forma masiva implica evidentes peligros. Se manejan gran cantidad de datos y en el caso de una brecha de seguridad los ciudadanos pueden verse desprotegidos», apunta Ofelia Tejerina, experta en privacidad de la Asociación de Internautas, en Confilegal.

«Se manejan gran cantidad de datos y en el caso de una brecha de seguridad los ciudadanos pueden verse desprotegidos»

Ofelia Tejerina, experta en privacidad de la Asociación de Internautas, en Confilegal

El comisario adjunto de la MET, Nick Ephgrave, ha reafirmado la transparencia de este proyecto declarando que «las cámaras estarán claramente señalizadas y los agentes desplegados en la operación repartirán folletos sobre la actividad». Ephgrave añadió que esta tecnología ya se utiliza en el sector privado y que no solo ayudaría a la detención de criminales sino que también ayudaría a localizar a niños perdidos y adultos vulnerables.

La Unión Europea plantea una suspensión de cinco años de esta tecnología a fin de analizar su impacto más notable

Esta tecnología se ha usado antes por las autoridades del Reino Unido en una serie de pruebas preliminares. Se han usado en pequeños juicios y eventos importantes en los que la vigilancia era vital, como en conciertos o partidos de fútbol en los que el riesgo era considerable. Su efectividad ha sido puesta en duda en numerosas ocasiones, asegurando que es una tecnología fiable. Un estudio independiente, por ejemplo, muostró que el 81% de las coincidencias que registraron con estas cámaras eran incorrectas. Unas cifras que no concuerdan que las de la Scotland Yard, quienes aseguran que los algoritmos provenientes de la firma biométrica NEC identificaron el 70% de los sospechosos buscados.

Big Brother Watch asegura que la implementación de esta tecnología es un ataque a las libertades civiles y han anunciado de inmediato acciones legales contra la decisión. «Es un ataque monumental a nuestros derechos que desafiaremos en los tribunales», ha dicho Silkie Carlo, la directora de la ONG, a The Daily Mail.

«El uso de esta tecnología a gran escala y sin mínimos controles puede llevar a situaciones que pueden afectar a la libertad de las personas a niveles preocupante»

Marcos Judel, presidente de la Asociación Española de Privacidad (APEP)

En la Unión Europea este tema tiene un planteamiento de Bruselas de realizar una moratoria de cinco años en lugares públicos con el fin de avanzar en el desarrollo de soluciones que mitiguen los riesgos. «Hay que asumir que se debe buscar una regulación específica para este nuevo uso de la inteligencia artificial. Habrá que ver cuál es el calado de esos riesgos que se van a estudiar en esos próximos cinco años. Se busca una excusa relacionada con la seguridad nacional para introducir este tipo de tecnologías altamente complejas», apunta Tejerina.

Marcos Judel, presidente de la Asociación Española de Privacidad (APEP) cree que «temas como la inteligencia artificial o el reconocimiento facial requieren que se debata sobre la idoneidad o no de regularlos de una forma más concreta y especial. Para ello, se han de conocer los riesgos para los derechos y libertades de las personas y valorar si establecer límites al uso de estas tecnologías y cuáles poner». El presidente de la APEP cree que «todo es potencialmente invasivo para la privacidad de las personas, las cámaras y micrófonos de los teléfonos móviles, las aplicaciones y navegadores con con cookies y sistemas de rastreo por geolocalización… la cuestión es la forma en que se utilicen». Además el experto alerta que «el uso de esta tecnología a gran escala y sin mínimos controles puede llevar a situaciones que pueden afectar a la libertad de las personas a niveles preocupantes, como conocemos ahora el uso que se hace en China para localizar y seguir a determinados grupos étnicos».

En cuanto a la moratoria que quiere establecer la UE para los próximos cinco años, Judel piensa que los legisladores «deben apoyarse en el valor de los profesionales de la privacidad para que las normas que se creen sean mejores técnicamente, mejores a la hora de poder ser aplicadas y mejores para poder ser cumplidas. Al final de lo que se trata es de poder ofrecer seguridad jurídica a la sociedad y a los sectores públicos y privados».

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