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Hay anécdotas hilvanadas entre sí que resultan curiosas. Esta que une el afamado concurso televisivo 'Un, dos, tres… responda otra vez', creado por Chicho Ibáñez Serrador, con La Pascuala es una suerte de juegos de antepasados y de familias. El abuelo de Chicho, Narciso Ibáñez Contada, fue el director y actor principal del estreno en Burgos de El Fresco de Goya, la zarzuela madre de la que surge la tradición de la Pascuala en Burgos.
El director se casó con la tiple de la compañía Consuelo Menta Ágreda y, fruto de ello, nació Narciso Ibáñez Menta, un gran actor de los años 50 y 60, protagonista sobre las tablas y padre creador de programas como el reseñado 'Un, dos, tres', y de otros como 'Historias para no dormir' o películas tan intrigantes como 'Quien puede matar a un niño'. Chicho ha sido uno de los grandes nombres de la televisión, muy querido por los espectadores.
Anécdotas aparte, como cada 1 de enero, Miguel Ángel Salinas se meterá en el papel que, desde hace 25 años, representa para, con sus 81 años a la espalda, revivir esas tradiciones que como él mismo dice «no se pueden perder». Salinas se la sabe de memoria. Y es parte de esa zarzuela de 'Los Frescos de Goya', rescatada para ser cantada a modo de burla a puerta de un bar por Buenaventura Gutiérrez. El éxito fue grande y se decidió poner la fecha del primero de año para su canto en la ciudad.
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La idea que Salinas manifestó hace ahora un año para representar la zarzuela en Burgos está cada vez más cerca. Se ha reunido ya con Rubén Amoretti, el burgalés universal del mundo operístico; y con el director de la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos (JOSBu), Pedro Bartolomé, para que en las fiestas de San Pedro y San Pablo se pueda reestrenar esta obra.
Hace ya unos meses, el mismo Salinas aportaba la idea de que se unan los «grupos de canto y teatro de Burgos» para que puedan representar el libreto que escribío Carlos Arniches con Enrique García Álvarez y Antonio Domínguez.
La Pascuala ha pasado por varios escenarios. Desde «el bar Emi, de la calle Sanz Pastor que ahí se fraguó toda esta historia», hasta el Jaleíto, el 1 de enero a las 13.00 horas. Del Emi, al Nervión, de ahí al Constan y al Boston, antes de llegar a las puertas de la Catedral, el Victoria y el actual.
Y enfundado en la saca de la ironía, el sarcasmo y el buen humor, el maestro Salinas dirá:
«Es la Señora Pascuala, / una mujer que asusta, / por cualquier cosa se enfada / y nada le gusta.
A una mujer como esa. / yo nunca la conocí, / por eso al pobre marido, / le dicen así: ¡Daala, daala, / que es una cosa muy mala / ¡daala, daala, / que hay que acabar de una vez, / «pa» que no sea soez, La Pascuaala.
El otro día estando en misa, / le salto dos «envergüenzas», / «y» al padre Cobisa, / todos los feligreses, / agrupados en montón, / al sacristán le gritaban / con indignación: /¡Daala, daala, / que es una cosa muy maala / ¡daala, daala, / que hay que acabar de una vez, /«pa» que no sea soez, / La Pascuaala».
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