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El comercio de Burgos vive tiempos de incertidumbre. Varias amenazas, como los gastos, el personal o las nuevas formas de consumo merman el número de negocios que hay en la ciudad. Tanto que, en dos años, han bajado en 130.
Así lo confirman los datos que recoge de forma bianual la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos: desde 2021 a 2023 (año del último informe), la ciudad perdió 130 comercios. En esta cifra se incluyen todas las zonas de la ciudad, incluidos los polígonos industriales y los núcleos de población más periféricos.
Hablando de dificultades, Consuelo Fontecha, presidenta de la FEC, señala que los comerciantes y empresarios de Burgos tienen «unas cuantas». La primera que se le viene a la mente es la de los alquileres. «Poder cerrar un contrato de alquiler que garantice la rentabilidad del negocio», por ejemplo, es uno de los problemas a los que se enfrenta cualquier nuevo emprendedor.
«No es cuestión de que yo vaya a montar mi negocio en un local que me salga muy barato si luego no tengo clientela que pase por esa zona…», lamenta. Sin embargo, los que ya poseen un negocio no están exentos de este problema respecto al alquiler. En su caso, a la renegociación del alquiler se suma la inversión previa que han hecho en el inmueble, generando «estrés» en el comerciante.
«La dificultad está muchas veces en poder acudir a un contrato de alquiler que te garantice que el negocio vaya a poder tener una viabilidad», sostiene Fontecha.
Otro problema al que se enfrentan los comerciantes de Burgos es la contratación de personal ya que, como defiende Fontecha, los horarios no suelen resultar atractivos para las personas paradas. Asimismo, la falta de relevo generacional puede hacer que negocios ya consolidados echen la verja repentinamente y sin remedio, como es el caso de las zapaterías Ruiz y Tilbury.
De 2021 a 2023 en Burgos se cerraron 130 negocios. Sin embargo, mientras en algunos barrios cesó la actividad de 37, en otros se abrieron nuevos comercios. Por ejemplo, en ese periodo en el G-3 comenzaron su andadura tres y, en el centro, donde suelen abrir y cerrar más comercios, 21 tiendas. Tres negocios abrían en la misma época en la zona de la avenida Príncipes de Asturias, según los datos de la Fec que se pueden apreciar en este gráfico:
Tal y como se puede comprobar, en los polígonos industriales de Gamonal-Villayuda y Gamonal-Villímar se perdieron, en dos años, 49 negocios, según los datos de la Federación de Empresarios de Comercio. Por otro lado, en las zonas residenciales de Burgos cerraron otros 88 comercios, aunque en algunas zonas como las tres citadas anteriormente abrieron nuevas tiendas.
Por último, en los núcleos de población de la periferia también se abrieron nuevos negocios desdde 2021 hasta 2023. Es el caso de Villatoro, que sumó uno; Villalonquéjar, con dos, y Villafría, que aumentó en cuatro. Además, en Cortes y Castañares se mantuvieron las cifras de tiendas abiertas, contradiciendo la tónica del resto de Burgos y los polígonos industriales.
Los comercios en Burgos descendieron de 2021 a 2023. Además, hay algunas zonas de la ciudad que destacan por su bajo número de negocios. «Hay muchos locales vacíos en Gamonal», explica Fontecha, a pesar de que agrupaciones como la asociación Zona G. Centro Comercial Abierto de Gamonal se esfuerzan en recuperar el tejido comercial del barrio.
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Sin embargo, Fontecha pone el foco en que, «cuanto más depreciada esté la zona, más locales vacíos te encuentras en ella». Pero Gamonal no es el único barrio de Burgos con esta estampa. La presidenta de la Fec destaca la calle Madrid. «Es una zona más o menos muy de paso, con mucho tránsito y muy céntrica», explica, pero, aún así, cuenta con varios locales sin actividad.
Por el contrario, ocurre algo distinto en la calle Francisco Grandmontagne, que está «cogiendo un poco de recuperación a partir de la remodelación», detalla Fontecha. «Al final todo eso influye», añade refiriéndose al entorno. «Si tu compañía son locales cerrados, igual te lo piensas más que si tu compañía son locales con actividad».
Pero la ubicación, el alquiler o la falta de personal no son los únicos factores que frenan el aumento de negocios en Burgos. Otra tendencia cada vez más creciente es la de las nuevas maneras de consumo; es decir, el comercio online. Como la plataforma que venderá productos de comerciantes de la provincia.
Fontecha destaca que este modelo de negocio estaría quitando clientela al negocio local, «sobre todo en el equipamiento de la persona». Además, explica que durante las Navidades pasadas se ha visto en los contenedores muchos embalajes de plástico y cartón. «Consumir, se ha consumido. Pero se está consumiendo poco en los comercios de ciudad», señala, haciendo referencia a que las preferencias de los clientes están cambiando.
La última de estas amenazas que ha mermado el tejido comercial de Burgos es la transformación de los locales. Algunos, que han estado cierto tiempo sin albergar ninguna actividad, han sido convertidos en viviendas a ras de suelo. Bajos a los que se accede desde la calle y que se han consolidado en el mercado inmobiliario de la ciudad.
Por otro lado, desde la Federación, Fontecha también ha observado la tendencia de transformar los locales vacíos en garajes. Además, destaca, que las nuevas construcciones de la ciudad tienen «falta de locales comerciales». Toda una yincana que los emprendedores han de sortear para poder montar su negocio en Burgos.
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