Autobuses Urbanos expedienta al conductor que no dejó subir a un burgalés en silla de ruedas
Se le ha abierto expediente para investigar la denuncia realizada por el afectado, que se ha sentido no solo discriminiado sino también humillado por el trato recibido
La reclamación presentada por un vecino de Burgos que va en silla de ruedas, y al que no le dejaron subir a un autobús urbano de la línea 1 de Gamonal, sigue adelante. Tras su presentación en el Servicio de Movilidad y Transportes (Samyt), la queja ha llevado a la apertura de un expediente al conductor para investigar qué ocurrió y, en función de las explicaciones, valorar una sanción.
Así lo explica el concejal responsable del Samyt, Leví Moreno, quien indica igualmente que al afectado se le va a contestar explicándole la situación y también los cambios introducidos en la Ordenanza de Movilidad, pues en teoría despeja cualquier duda que pueda haber en cuanto al acceso de sillas de ruedas a motor, que es el modelo que utilizada este burgalés, de nombre Marco Antonio.
Los hechos tuvieron lugar a finales del mes de agusto, cuando Marco Antonio fue a subir a un autobús urbano de la línea 1 en la parada de la Avenida del Arlanzón. Tal como relata en la queja, pidió la rampa y el conductor la activó pero, de repente, la volvió a guardar. Marco Antonio pensó que había habido algún fallo mecánio, cosa habitual, y fue directamente a preguntarle al conductor, y ahí empezó el problema.
El trabajador del Samyt le indicó, «de manera bastante soberbia y prepotente», asegura, que con ese «vehículo» no podía subir al autobús. Marco Antonio le explicó su situación (tiene una discapacidad que le obliga a llevar silla de ruedas) e incluso intentó enseñarle el certificado de discapacidad. Sin embargo, el conductor no le prestó atención, cerró la puerta y arrancó dejándole en tierra, explica.
Marco Antonio pudo coger el siguiente autobús y, cuando comentó lo ocurrido con el conductor, éste le explicó que había algunas dudas con respecto al acceso en silla de ruedas a los autobuses en la nueva Ordenanza de Movilidad. Por ese motivo, en la modificación aprobada el viernes se incluyen ciertas aclaraciones, asegura Moreno, que tendrían que acabar con el problema.
Por su parte, el afectado no tiene tan claro que la modificación vaya a cambiar algo, entre otras cosas, afirma, porque con la anterior redacción ya se le permitía acceder al autobús urbano. Aun así, Marco Antonio espera la respuesta del Samyt y asegura haberse sentido discriminado, vejado y humillado, además de indignado ahora porque la respuesta está tardando en llegar (la reclamación la puso a principios de mes).