La reforma de la perrera de Burgos cumplirá un año parada antes de que puedan retomarse las obras
El modificado del proyecto ya se ha aprobado, pero hasta que no cuente con partida económica no se pueden reiniciar los trabajos. El trámite se retrasará hasta el verano, siempre y cuando un cambio electoral no lo bloquee
La remodelación de la perrera municipal de Burgos sigue en el aire. Si bien se ha avanzando en la modificación del proyecto, ya aprobada, ahora se requiere de partida económica para poder modificar el contrato con Construcciones Ortega y retomar las obras, que llevan paradas desde el pasado mes de junio. Y puede pasar de todo, todavía.
En teoría, la aprobación inicial del modificado de crédito en el pleno del Ayuntamiento de este viernes supone desbloquear la actuación. Se consignan los 138.582 euros necesarios para modificar el contrato y que la empresa adjudicataria pueda volver a trabajar en el lugar y ampliar la reforma para paliar las deficiencias detectadas sobre la marcha.
De este modo, una vez se apruebre definitivamente el modificado de crédito, se procedería a modificar el contrato y arrancarían las obras, explica el concejal de Hacienda, David Jurado. En cualquier caso, no antes del verano, para julio o agosto, calcula el edil, por lo que se cumpliría un año de obras paradas antes de poder retomarse.
Sin embargo, Jurado advierte de que este proceso se podría ver alterado, e incluso bloqueado, por la convocatoria electoral. La aprobación inicial del modificado del crédito deberá publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia la próxima semana, abriéndose un periodo de 15 días de exposición pública para la presentación de alegaciones.
Si hay alegaciones, y las habrá porque algún concejal ya lo ha anunciado, se retrasará alrededor de un mes la aprobación definitiva, superando la convocatoria electoral. Esto supondrá que podría quedar la aprobación para la nueva corporación municipal y, si el gobierno no lo lidera el PSOE, podría incluso no aprobarse, lamenta Jurado.
Visto el rechazo de los grupos de la oposición al modificado defendido por el gobierno PSOE y Cs, el concejal de Hacienda no lo descarta. Y, de ser así, la obra de la perrera seguiría paralizada pues sin partida económica no se puede modificar el contrato y reiniciar los trabajos ya que se requiere de una reforma a mayores a lo planteado.
Proyecto gafado
La reforma de la perrera municipal tenía que haber estado concluida el pasado noviembre. Las obras, con un plazo de ejecución de siete meses, se iniciaron en marzo. Sin embargo, pronto se detectó que el estado del edificio era peor del esperado y se tuvo que parar la obra para reformar el proyecto y ampliar la remodelación.
El tejado estaba sobre vigas podridas, por lo que toca colocar nuevas para que soporten la nueva cubierta. Eso, entre otras deficiencias detectadas, elevan el presupuesto de casi 700.000 euros en 138.500 euros, y retrasan las obras. Quedan alrededor de cinco meses de actuaciones y, si se pudieran retomar en verano, en diciembre podrían estar concluidas.
El proyecto de la perrera ha seguido un camino lleno de obstáculos, comenzando por los problemas generados con el GREM Burgos, ya que la actuación municipales les dejaba fuera de la nueva perrera, primero. Luego, les dejaba sin conexiones de luz y agua al edificio anexo que tienen cedido por el Ayuntamiento, pues comparten enganche.
A esto se le han unido las múltiples quejas por la gestión realizada por la adjudicataria, Scooby Medina, que se encarga de recoger los animales y que mientras la perrera está en obras los acoge en sus instalaciones de Medina del Campo. Y no solo quejas, sino incluso la apertura de expediente y la imposición de sanciones por parte del Consistorio.