El Ayuntamiento de Burgos está sin secretario municipal desde el pasado mayo, cuando Luis Alfonso Manero se trasladó a Canarias, después de que en marzo el Tribunal Supremo volviese a ratificar la nulidad de su nombramiento por falta de motivación. Ahora, Daniel de la Rosa se pone manos a la obra para dotar al Consistorio de un secretario general del Pleno con todas las garantías, y poner así a una de las decisiones más polémicas de Javier Lacalle.
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De la Rosa, como alcalde de la ciudad, ha solicitado a tres profesionales «de reconocido prestigio» que conformen una comisión de expertos para valorar las candidaturas y elegir al aspirante «más idóneo» para ocupar el puesto. La petición se ha tramitado a José Luis González de Miguel, el secretario de la Diputación; Tomás Prieto, profesor titual de Derecho Administrativo en la UBU y Juan José González, letrado en la Junta de Castilla y León.
Ellos serán los encargados de valorar a los aspirantes y emitir un informe que, sin ser vinculante, sirva para el nombramiento del nuevo secretario municipal. El PSOE viene defediendo esta modalidad, y la necesidad de contar con una comisión de expertos, desde que Javier Lacalle nombró a Luis Alfonso Manero, una decisión polémica que ha acabado recurrida en los tribunales. Y en todos los casos, la sentencia ha declarado nulo el nombramiento.
La última corresponde al Tribunal Supremo, que ratificaba una previa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, e insistía en que la designación carecía de motivación suficiente. Se obligaba a retrotraer el procedimiento al punto de valoración de candidaturas, donde ahora se encuentra, y para el cual el alcalde ha solicitado la creación de esa comisión de expertos, «previa información a los portavoces de los grupos municipales», apunta el comunicado remitido desde el Ayuntamiento.
El nombramiento del secretario general del pleno es competencia del alcalde, como también lo es para buscar el «asesoramiento de especialistas» para que emitan un informe sobre el que fundamentar la decisión y, así, evitar que la justicia pueda volver a anular el nombramiento por falta de motivación. Además, se cumple con el compromiso adquirido por el Pleno en el pasado mandato para dotar de garantías, transparencia y profesionalidad el nombramiento.
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La marcha del propio Manero facilitó la situación al exalcalde Javier Lacalle, pues tras una sentencia firme del Supremo, la única alternativa que tenía era anular el nombramiento y reiniciar el procedimiento. Tras cada una de las sentencias previas, y pese a las críticas de la oposición, Lacalle apostó por recurrir y ampliar las motivaciones, pero las sentencias le han ido quitando la razón.
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