El incidente ocurrió con un conductor de la Línea 1. GIT

La «tremenda decepción» de un usuario en silla de ruedas con los Autobuses Urbanos de Burgos

Marco Antonio, un vecino de Burgos con discapacidad, sigue esperando una respuesta del Samyt ante su reclamación por trato «discriminatorio, humillante y vejatorio» de un conductor de la Línea 1

Domingo, 2 de enero 2022, 13:00

El plazo para la resolución se cerró el 22 de diciembre y Marco Antonio no ha recibido respuesta alguna de la reclamación que presentó a principios de septiembre tras sufrir lo que él considera un trato «discriminatorio, humillante y vejatorio» por parte de un conductor de la Línea 1 Gamonal del servicio de Autobuses Urbanos de Burgos capital, cuando no le dejó acceder al vehículo con su silla de ruedas.

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Este vecino de Burgos asegura sentirse «tremandamente decepcionado» de ver cómo se ha acabado el año sin recibir respuesta alguna, ni notificación sobre la resolución de su reclamación ni información sobre el expediente que se abrió el 22 de septiembre para investigar lo sucedido. «La única opción que me queda es ir al pleno del Ayuntamiento a dar guerra», se lamenta Marco Antonio.

Los hechos denunciados tuvieron lugar el 20 de agosto cuando fue a subir a un autobús urbano de la Línea 1, en la parada de la Avenida del Arlanzón. Solicitó acceso a través del botón exterior, que sirve también para indicar que se necesita rampa para subir, en su caso, con la silla de ruedas. La rampa se activó pero, de repente, paró y se volvió a guardar, lo que Marco Antonio achacó a un fallo mecánico, que suese ser habitual en los buses.

De ahí que fuera a preguntarle al conductor y la respuesta no fue precisamente amable. En la queja presentada ante el Samyt Marco Antonio explica que el conductor le dijo «de manera bastante soberbia y prepotente» que es «vehículo» (por su silla de ruedas) no podía subir al autobús. Marco Antonio le explicó su situación e intentó enseñarle su certificado de discapacidad, pero el conductor cerró la puerta y se marchó.

El siguiente bus que pasó sí que pudo cogerlo y ahí descubrió que la explicación a lo ocurrido podía estar en la dudas que surgían, en la nueva Ordenanza de Movilidad, sobre el acceso con algunas sillas de ruedas especiales (la suya está impulsada eléctricamente). Dudas que, en teoría, se han tenido ya que resolver con la modificación introducida en el texto, notas aclaratorias para que no vuelva a ocurrir lo sufrido por Marco Antonio.

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Expediente

El vecino burgalés presentó una reclamación a principios de septiembre, que derivó en la apertura de un expediente el día 22 para investigar lo sucedido. El plazo de resolución finalizó el 22 de diciembre y Marco Antonio no ha recibido ningún tipo de respuesta ni sabe en qué ha acabado el expediente. Solo que él recibió un trato vejatorio y que se plantea acudir al Pleno para protestar ante los concejales.

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