Burgos bate su récord de turistas en el primer semestre

Burgos está de moda. O al menos así lo parece a tenor de los datos turísticos, que evidencian cómo el interés por la provincia continúa aumentando año a año. De acuerdo a los últimos datos publicados al respecto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 440.846 personas se alojaron en alguno de los hoteles de la provincia durante el primer semestre de este año. Sólo en junio, la estadística habla de 90.615 viajeros alojados en establecimientos hoteleros.

Se trata de la mejor cifra de viajeros para un primer semestre de toda la serie histórica, tras haber aumentado un 4,95% los registros respecto al primer semestre del pasado ejercicio, que ya marcó techo entonces. Si echamos la vista una década atrás, la diferencia se dispara hasta el 27,7%.

Y buena parte de ese crecimiento se sustenta sobre el turismo internacional, que ha ido ganando protagonismo de manera paulatina a lo largo de los últimos ejercicios. Así, entre enero y junio de este año se alojaron en la provincia un total de 157.699 viajeros procedentes de otros países, lo que a su vez supone un máximo histórico tras haberse incrementado en más de un 13,7% respecto a los datos del mismo periodo de 2024. Hoy, una de cada tres personas alojadas en un hotel en Burgos es de origen extranjero.

Mientras tanto, el turismo nacional se mantiene estable. En junio fueron 55.413 los viajeros españoles que recalaron en los hoteles de la provincia, una cifra que se eleva hasta los 283.147 en el conjunto del semestre, cifras muy similares a las registradas en los mismos periodos de 2024, pero significativamente más elevadas que hace una década.

Evidentemente, el aumento del número de viajeros ha venido de la mano de un incremento del número de pernoctaciones. En el primer semestre del año se han contabilizado en los hoteles de Burgos un total de 655.863, de nuevo un máximo histórico tras crecer un 1,65% respecto al primer semestre de 2024. Eso sí, en este caso, el incremento viene sustentado exclusivamente por los visitantes internacionales, que protagonizaron un 10,1% más de pernoctaciones, mientras se reducía la estancia media de los turistas nacionales.

Ese es, de hecho, uno de los grandes caballos de batalla del sector en Burgos. Y es que, a pesar de haberse consolidado desde hace tiempo como uno de los referentes en Castilla y León junto a Salamanca y León, Burgos mantiene un índice de estancia media muy bajo. Apenas 1,46 días por viajero, muy por debajo de la media nacional, establecida en 3,18 días durante el mes de junio.

Obviamente, la provincia de Burgos no compite en la misma liga que territorios como la costa o las grandes capitales, pero aumentar ese índice de estancia media es sin duda el gran reto de un sector que, en todo caso, está condicionado por los costes de explotación y por las condiciones meteorológicas.

Para muestra, un botón. Según apunta el presidente de la patronal hotelera burgalesa, Luis Mata, la mejora de las cifras de este primer trimestre están vinculadas al rendimiento obtenido en Semana Santa este año. Pero no porque la Semana Santa de 2025 fuera especialmente positiva, sino porque la Semana Santa de 2024 fue «nefasta». Y lo fue por las condiciones meteorológicas, que derivaron en la anulación de muchas de reservas.

A partir de ahí, apunta Mata, el año está siendo «correcto» en Burgos. Bueno, pero sin tirar cohetes. Y eso a pesar de la celebración en la capital provincial de varios eventos de gran formato consecutivos, como la Dance World Cup, que han dado un impulso al sector en Burgos.

Un impulso que, eso sí, ha sido más contenido de lo esperado, ya que buena parte de los asistentes solicitaban «habitaciones múltiples». En el momento en el que estas se llenaron, asegura Mata, parte de los asistentes acudieron a otras localidades, mientras las habitaciones individuales o incluso dobles «quedaban vacías». Así, subraya, los hoteles de la capital sólo alcanzaron una ocupación total «dos días», en concreto el lunes y el martes.

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