Las diez piezas imprescindibles del Museo de Burgos
Esta galería guarda miles de piezas que atesoran y cuentan la historia de la provincia, aunque también atesora muchas no están expuestas por falta de espacio
El Museo de Burgos se fundó en 1843, pero no fue hasta 1955 cuando empezó a utilizarse como sede la casa de Miranda y la de Angulo, su actual ubicación. En él se guardan cientos de miles de piezas que podrían llenar «varios museos», en palabras de su director, Luis Araus.
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Sin embargo, sólo exponen las más importantes, aunque la colección lleva sin actualizarse varias décadas. Cada pieza es traída (o donada) y, posteriormente catalogada y guardada, aunque en ocasiones se expone. Además, las piezas recuperadas se suelen limpiar y, si es necesario, se restauran.
El Museo de Burgos consta de dos plantas de arqueología y cinco de pintura acerca de la provincia. Aunque la visita recomendada es cada día centrarse en un periodo, hay personas que sólo pueden visitar la galería una sola vez. Aquí están las diez obras imprescindibles que cualquier visitante del Museo de Burgos no se debería perder:
Bonus
Aunque estas son las piezas más llamativas del Museo de Burgos, este también esconde algunas joyas. Es el caso de un capitel de estilo gótico de la Catedral de Santa María, en la capital.
Esta pieza, del siglo XIII, está guardada en el almacén de la galería desde hace años, por lo que se asegura así su conservación. Su color más negruzco deriva de su no limpieza, a diferencia de la seo burgalesa.
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