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Distancia, mascarillas y desinfección, así es la nueva normalidad en Burgos
La mayoría de los vecinos de la capital han interiorizado la necesidad de mantener la precaución y de acatar las normas higiénico-sanitarias
Los rincones de Burgos han incorporado detalles que ya forman parte de la nueva normalidad hacia la que avanza la capital. «Mesa desinfectada», «tiempo máximo de permanencia 30 minutos», «aforo máximo 60 personas» o «mascarilla obligatoria», son algunos de los mensajes que los burgaleses pueden leer, tanto en establecimientos de hostelería como en comercios y tiendas.
Las restricciones no impiden que los ciudadanos disfruten de las medidas de alivio que ha traído consigo la fase 1 y las terrazas siguen acogiendo clientes deseosos de tomar un desayuno o almuerzo con sus seres queridos al aire libre. Ahora la distancia se impone entre las mesas y el espacio aumenta entre los grupos de personas que deciden salir a tomar algo, pero la esencia es la de siempre: compartir el tiempo con amigos y familiares como solía hacerse antes de que estallara la crisis del coronavirus.
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A estas rutinas se suma una mayor presencia policial, agentes de la Policía Municipal y Nacional patrullan por las calles de la ciudad para garantizar que se cumpla con las medidas higiénico-sanitarias. Los paseos tampoco han cesado con la llegada de la nueva etapa en la desescalada, personas mayores y niños salen en sus franjas horarias establecidas. Sí destaca un ligero descenso en el número de deportistas que corren, pedalean o patinan en los parques y en las calles y un aumento del tráfico de vehículos en las carreteras. Es el nuevo paisaje que, poco a poco, se va dibujando en la capital.