La Guardia Civil ve «claros indicios» de que Ana Julia pudo «segar la vida» de su propia hija en Burgos
Un informe de la Benemérita ahonda en esta hipótesis sobre lo ocurrido en 1996, cuando la niña de Ana Julia se cayó de un séptimo piso en Casa de la Vega
La detención de Ana Julia Quezada por la muerte del pequeño Gabriel hizo aflorar un antiguo caso, trágico, que en la ciudad casi ya ni se recordaba. Se trata de la muerte de Ridelca Josefina Gil Quezada, la hija de cuatro años de Ana Julia que falleció tras caer por la ventana de un séptimo piso en Casa de la Vega. Entonces, se investigó el suceso y el caso se cerró como muerte accidental, sobre la base de que la pequeña era sonámbula.
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Sin embargo, un informe incluido en el sumario del asesinato del pequeño almeriense apunta a otra dirección. Según informa El Periódico en su edición web, dicho documento permite «ahondar en la hipótesis de que fuera la propia Ana Julia la que segara la vida de aquella menor». La niña llegaba a España en 1995, procedente de la República Dominicana, donde Ana Julia la había dejado al cuidado de su familia antes de venirse a trabajar a España.
En marzo de 1996 tuvo lugar el calificado por accidente, pero el informe de la Guardia Civil destaca «la dificultad de que una niña de solo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara desde un edificio«, según el informe al que ha tenido acceso El Periódico.
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El documento recoge también lo extraño del supuesto accidente: la niña tuvo que subirse a una mesa, abrir una ventana interna que protegía del frío, luego abrir una segunda ventana, lo que según la Guardia Civil «requiere de cierta maña y fuerza». Cuando ocurrió el suceso, en la casa solo estaban Ana Julia, la víctima y su hermana pequeña, que entonces era un bebé. Mientras, el padre de esta última trabajaba en el turno de noche, explica el periódico en su página web.
Tras el crimen de Gabriel, el hombre explicó: «Mientras convivió conmigo, Ridelca no sufrió ningún episodio de sonambulismo ni estaba medicada por ello. Días después de que muriera, Ana Julia me comentó que la había sorprendido entre una de las ventanas. Yo le reproché que no me lo hubiera dicho porque podríamos haber puesto medios para evitar lo que pasó, pero ella me contestó que la había regañado y pensó que no lo volvería a hacer«.
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El caso se investigó en su momento, Ana Julia no pudo testificar porque sufría «una supuesta situación de estrés-traumática«. Los investigadores llaman la atención de que la mujer «trató de emular esa misma circunstancia con Gabriel, aduciendo encontrarse sedada, malherida o convulsa el día de la aparición de la camiseta del menor«.
Además, para hacer aún más sospechoso el caso, apunta el periódico, un pariente le aseguró a la Guardia Civil que Ana Julia cambiaba cada día la versión sobre lo ocurrido. Y el padre de su segunda hija, con el que convivía y que se había convertido en padre legal de la pequeña, informó de que durante su convivencia había sufrio de «enfermedades repentinas sin sentido aparente». Ahora, la Guardia Civil ha descubierto que uno de los archivos guardados en un portátil es un vídeo de youtube con 'Diez plantas venenosas más mortales del mundo'.
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