Ana Julia «vació las cuentas» del hostelero con el que mantuvo una relación, según la hija
Jessica ha declarado que la detenida por el asesinato de Gabriel vivía de su padre y de los negocios de hostelería que tenía en Burgos
Jessica, hija del hostelero con el que Ana Julia Quezada mantuvo una relación tras separarse del padre de su hija menor, ha afirmado que la detenida por el asesinato del niño Gabriel Cruz «vació las cuentas» de su padre «estando él ingresado» y «se compró un piso en República Dominicana a su costa», antes de que este falleciese..
En una entrevista en Antena3 recogida por Europa Press, la mujer ha explicado que Ana Julia vivía de su padre, y de los negocios de hostelería que tenía en Burgos. «La echaron de la carnicería y empezó a vivir a todo trapo. Se quiso casar con mi padre dos días antes de fallecer», ha denunciado.
Más información
- Gabriel murió asfixiado tras recibir un golpe en la cabeza
- Una concentración en apoyo a la hija de Ana Julia y en repulsa por el asesinato de Gabriel
- «Nadie se esperaba algo así, Ana Julia era una persona muy cariñosa y una buena chica»
- La Policía no detectó nada «anormal» en la muerte de la hija mayor de Ana Julia
En la misma línea, ha apuntado que estando su padre enfermo, Ana Julia le tuvo un día entero en casa sin llamar a una ambulancia y cuando encontraron al hombre, había padecido una trombosis. «Ella mientras estaba jugando al 'buscaminas' y lo único que hizo por él fue comprarle botellas y tabaco», ha señalado.
Según ha afirmado, interpuso varias denuncias contra Ana Julia, incluidas relativas a un «chantaje con las joyas» de la familia, hechos que habrían ocurrido en el año 2012 y que «aún están en el juzgado».
Sospechas
Durante su intervención, Jessica se ha referido asimismo a la muerte de la hija biológica de Ana Julia, que ocurrió en Burgos en el año 1996, y que está siendo revisada por Policía Nacional. «Me dijo que tenía una hija, la cual había tenido un accidente y se había caído por una ventana porque era sonámbula», ha señalado. Ana Julia le contó que «la niña no comía, no dormía y lo pasaba muy mal y en una de las noches la niña cogió una silla, la acercó a la ventana, abrió la ventana y se cayó», tal y como ha detallado.
«Cuando la vi en televisión algo me dijo en las tripas que había sido ella y me puse en contacto con la Policía y la Guardia Civil», ha añadido. La misma impresión tuvo Laura, sobrina del hostelero, quien ha detallado que sospechó de la detenida porque cuando falleció su tío «hizo el mismo papel». «Se puso a llorar en el velatorio, a decir que pobres niños, y ella sabía que se estaba llevando todo el dinero de mi tío», ha sentenciado.