Ilusión, frío y mascarillas para recibir a los Reyes Magos
Las limitaciones impuestas por la pandemia, como la ausencia de caramelos o discurso, han quedado eclipsadas por una Cabalgata con espectáculo, arte, color y alegría
No importa la lluvia, ni el frío, hay momentos en los que incluso ni se ha sentido. La emoción y la magia eran tan grandes que desplazaban al resto de sensaciones. Tras un año esperando, Melchor, Gaspar y Baltasar, también conocidos como los Reyes Magos, han vuelto a recorrer las calles de Burgos para saludar a los más pequeños y también a sus acompañantes más mayores.
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Junto a ellos muchos otros ayudantes con regalos, otros que han puesto música, baile, color e ilusión, e incluso carbón, en una tarde lluviosa. La nieve se ha ido, ha llegado la lluvia y, con ella, los Reyes Magos. La temperatura era baja y el paraguas se hacía necesario.
No ha habido caramelos, por motivos de seguridad, para propiciar mantener la distancia entre los asistentes. La mascarilla ha sido otro elemento fundamental y así lo han querido reconocer y agradecer Melchor, Gaspar y Baltasar en el discurso online que han grabado para los niños, ya que tampoco ha habido discurso desde el Teatro Principal por esta misma razón. Pero confían los tres magos en que en el año que viene puedan acercarse a hablar y abrazar a los niños.
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Los Reyes Magos dejan unas palabras para los niños burgaleses
Los majestades han recorrido las calles burgalesas acompañados por una gran comitiva compuesta por doce carrozas. Han destacado los tronos reales, altos e iluminados, y las de sus pajes, cargadas de regalos. Era al paso de estas cuando más saludos se arrancaban de entre los más pequeños.
Once compañías teatrales han querido acompañar a Melchor, Gaspar y Baltasar. Han traído junto a ellas bicicletas voladoras, un elefante con mil bombillas e, incluso, seres de otro planeta.
Elementos mágicos
Ha abierto paso Mamá Noel, que ha llegado a Burgos buscando a Papá Noel. Parece que, desde que entregó sus regalos en Nochebuena, no ha vuelto a casa. Sospecha la señora Noel que debe andar por Burgos porque le gusta mucho la ciudad. Esperemos que en esta noche mágica lo haya encontrado. La familia italiana Ciuccio ha acudido a Burgos a recoger los chupetes de los niños que se hacen grandes.
Bailarinas muy altas en bicicletas voladoras, seres llegados de otro planetas, pajes que 'flotaban' por el asfalto. Pero también un fabricante de carbón. La Policía Local con sus perros policía tampoco han querido faltar, ni los Bomberos de Burgos, todos ellos han acompañado a los Reyes Magos hasta la plaza del Cid. Ahí ha acabado su recorrido. En realidad, ha acabado su recorrido visible y público. Porque mientras los niños descansan esta noche, los tres comenzarán a repartir regalos para que la mañana del Día de Reyes sea igual de mágica que esta noche.
A cambio solo piden un buen comportamiento, un poco de agua o leche para los camellos y un aperitivo para ellos, han reconocido que les gusta el jamón, pero también el dulce.
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